Vladímir Putin, líder ruso, dio inicio a su campaña de reelección al ser registrado como candidato presidencial, abriendo así la posibilidad de optar a un quinto mandato de seis años el 17 de marzo. A pesar de haber afirmado en múltiples ocasiones que no buscaría la reelección, Putin reformó la Constitución en 2020 para permitir su participación, lo que le podría extender su mandato hasta 2036.

El presidente, de 71 años y con un amplio respaldo popular, debería obtener más votos que en 2018, cuando alcanzó más del 76% de los sufragios, según encuestas oficiales que indican un respaldo del 80% de la población.

La Comisión Electoral Central (CEC) registró a Putin con precisión y señaló que solo se detectó un 0.15% de firmas inválidas entre las 60 mil analizadas, muy por debajo del límite permitido del 5%. Aunque se presenta como independiente, Putin cuenta con el respaldo del partido del Kremlin, Rusia Unida, y de toda la maquinaria burocrática gubernamental.

Putin acusó a la "red de opositores a la transformación" de ser responsable del hackeo a sus servidores, que resultó en la filtración de datos de periodistas que asisten a sus conferencias matutinas. Prometió investigar y castigar a los responsables, calificando el incidente como parte de una "guerra sucia" previa a las elecciones.

En las elecciones, Putin se enfrentará a candidatos como el comunista Nikolái Jaritónov, el ultranacionalista Leonid Slutski y Vladislav Davankov de Gente Nueva. Aunque concurren, ninguno de ellos se espera que dispute seriamente la presidencia, destacando el desafío a Putin y la falta de verdadera competencia en el escenario político ruso.