El presidente estadounidense Joe Biden y su antecesor, Donald Trump, se midieron este jueves en un debate televisivo por CNN que podría cambiar el rumbo de las próximas elecciones presidenciales. En un encuentro marcado por la agresividad de Trump y la dificultad de Biden para hilar mensajes, ambos candidatos expusieron sus fortalezas y debilidades sin interrupciones.

En un set sin público y sin notas previas, el debate dejó al descubierto las capacidades de cada candidato. Biden, afectado por una gripe, mostró titubeos y problemas de voz, lo que fue aprovechado por Trump para burlarse y cuestionar su competencia. "Nunca he escuchado tantas tonterías", dijo Trump al referirse a la política exterior de Biden, criticando también su gestión económica y de inmigración con evasivas e imprecisiones.

Biden, de 81 años, defendió su gestión destacando los desafíos heredados de la pandemia y la economía colapsada, argumentando que su administración ha trabajado para recomponer el país. Trump, de 78 años, atacó duramente, afirmando que la reelección de Biden acabaría con Estados Unidos: "Si gana, nuestro país no tiene ninguna oportunidad".

La inmigración fue un punto candente del debate. Trump acusó a Biden de convertir el país en un "nido de ratas", permitiendo la entrada de criminales, mientras que Biden calificó de "ridícula" esta afirmación y la tachó de infundada.

El debate, el más temprano en la historia de las campañas presidenciales, mostró un empate técnico en las encuestas, con Trump liderando ligeramente con el 41,1 % de las intenciones de voto, según FiveThirtyEight. Biden, además de defender su gestión, intentó demostrar su capacidad para seguir en el cargo a pesar de su avanzada edad, un punto criticado por Trump: "No tiene capacidad para ser presidente".

El intercambio fue intenso, con constantes ataques personales. Trump negó su responsabilidad en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, mientras que Biden le recordó los procesos penales que enfrenta: "Tiene la moral de un gato callejero".

A pesar de la tensión, el debate permitió una exposición ordenada de argumentos que los ciudadanos considerarán en las urnas el próximo 5 de noviembre. Trump, sorprendiendo a muchos, instó a comportarse como adultos en un formato que mostró las diferencias claras entre ambos líderes.

Los ciudadanos estadounidenses tendrán la última palabra en esta contienda política decisiva para el futuro del país.