La primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, aterrizó en la base aérea de Hindon, India, tras verse obligada a huir de su país y renunciar a su cargo debido a semanas de protestas estudiantiles violentas que han dejado más de 300 muertos.

Según la agencia de noticias india ANI, el avión C-130 que transportaba a Hasina fue monitorizado por las Fuerzas Aéreas de India y las agencias de seguridad desde su entrada en el espacio aéreo indio. La base aérea de Hindon se encuentra en las afueras de Nueva Delhi.

Hasina dimitió como primera ministra y abandonó Bangladés este lunes, según informó el jefe del Ejército de Bangladés, Waker-Uz-Zaman, quien anunció la formación de un Gobierno interino. Este desarrollo se produce tras semanas de intensas protestas y violencia en las calles de Daca y otras ciudades del país.

Miles de personas se congregaron este lunes frente a la residencia oficial de la primera ministra en Daca. Tras hacerse pública la noticia de su partida, muchos manifestantes irrumpieron en el edificio, como mostraron las imágenes de televisión.

Las protestas estudiantiles comenzaron hace cinco semanas de forma pacífica, exigiendo el fin de unas cuotas al empleo público que consideran discriminatorias en uno de los países más pobres del mundo. Sin embargo, la situación se volvió violenta debido a la dura represión policial, lo que llevó a los manifestantes a exigir la dimisión de Hasina y su Gobierno tras la muerte de varios manifestantes.

El Gobierno había impuesto un toque de queda la noche anterior en un intento de controlar la violencia, pero esto no impidió que las manifestaciones continuaran con intensidad.

Hasina asumió su cuarto mandato consecutivo como primera ministra en enero pasado, después de imponerse con claridad en unas elecciones que fueron boicoteadas por la oposición. Su mandato ha sido marcado por acusaciones de autoritarismo y represión, así como por una economía en dificultades y una creciente insatisfacción social.

La huida de Hasina y la violencia en Bangladés han captado la atención internacional. Diversos líderes y organizaciones han expresado su preocupación por la situación en el país y han llamado a una solución pacífica y democrática a la crisis política.

La formación de un Gobierno interino abre una nueva etapa en Bangladés, aunque la situación sigue siendo incierta y volátil. La comunidad internacional observa de cerca los desarrollos en el país, esperando que se restablezca la paz y la estabilidad.