El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó este jueves que la polémica en torno a la aprobación de su Reforma Judicial esté generando incertidumbre en el país y afectando la llegada de inversión extranjera, a pesar de las críticas de organismos internacionales y el sector empresarial.

"No es cierto que por la reforma judicial esté saliendo capital del país o que no esté llegando inversión extranjera, puro cuento", afirmó el mandatario durante su conferencia matutina en Palacio Nacional.

López Obrador respaldó su postura al señalar que México alcanzó un récord histórico en inversión extranjera el año pasado, con 35 mil millones de dólares, y aseguró que este año el país también superará dicha cifra. "En lo que va de este año, en el primer semestre, ya hay 30 mil millones de dólares de inversión. Claro que este año también se va a superar, va a ser el año con más inversión extranjera en la historia de México", pronosticó.

El mandatario realizó estas declaraciones tras anunciar que el próximo 15 de septiembre promulgará la reforma judicial, la cual entrará en vigor en junio de 2025. La reforma permitirá a los ciudadanos elegir mediante voto popular a jueces, magistrados y ministros, además de crear un Tribunal de Disciplina que sancionará a los jueces por sentencias irregulares.

La agencia Moody’s y otros entes financieros internacionales han expresado su preocupación por el impacto de la reforma en la independencia del Poder Judicial. Según Moody’s, este cambio podría "deteriorar la fortaleza económica y fiscal de México" al afectar la confianza de los inversionistas.

Asimismo, empresarios mexicanos han advertido sobre un posible freno a las inversiones y dificultades en la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). No obstante, López Obrador desestimó estas alertas y aseguró que la inversión seguirá llegando en niveles récord.

La reforma también ha generado inquietudes en organismos como la ONU, Human Rights Watch y la Asociación Internacional de Abogados, así como en algunos socios comerciales de México, como Estados Unidos. Estas organizaciones han advertido sobre la posible intromisión del Ejecutivo y grupos de interés, como el crimen organizado, en las futuras campañas electorales de jueces y magistrados.

A pesar de las críticas, López Obrador defendió la reforma como un paso hacia una auténtica democracia en el país. "Promulgar la reforma es reafirmar que en México hay una auténtica democracia, que el pueblo elige a sus representantes, que el pueblo elige a sus servidores públicos de los tres poderes", concluyó.