El presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a las acusaciones lanzadas por el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien insinuó que el mandatario tenía vínculos con el narcotráfico. Desde la conferencia matutina, López Obrador instó al exfuncionario, actualmente encarcelado en Estados Unidos, a presentar pruebas que respalden sus afirmaciones.

El Presidente fue tajante al señalar que, a lo largo de su carrera política, ha sido objeto de diversas acusaciones sin fundamento, y que ninguna ha prosperado. “A mí en mi carrera de décadas como dirigente me han acusado muchas veces y no han podido demostrar nada”, afirmó.

En su respuesta, López Obrador sugirió que si García Luna no cuenta con las pruebas necesarias, debería buscar ayuda en sus conexiones pasadas. “Es muy sencillo, que presente las pruebas, que hable con Anabel (en referencia a la periodista Anabel Hernández, conocida por sus investigaciones sobre el narcotráfico). Si él no las tiene, que le pida a sus amigos de la DEA la información, o que se lo solicite a sus abogados”, declaró el mandatario.

El comentario hace alusión a las conexiones de García Luna con agencias de seguridad de Estados Unidos durante su tiempo en el gobierno mexicano, cuando fungía como uno de los principales responsables en la lucha contra el crimen organizado.

Las declaraciones de López Obrador surgen después de que García Luna, quien enfrenta un proceso judicial en Estados Unidos por cargos relacionados con el narcotráfico, enviara una carta desde prisión en la que insinuaba la existencia de vínculos entre el presidente mexicano y el narcotráfico. Sin embargo, el mandatario se mostró escéptico sobre la validez de las acusaciones y cuestionó el origen de las mismas.

López Obrador ha negado rotundamente cualquier tipo de relación con el narcotráfico, y esta mañana insistió en que las acusaciones en su contra son parte de una estrategia de sus adversarios para desacreditar su administración.

Genaro García Luna, detenido en 2019, fue uno de los principales operadores de seguridad durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, y ha sido acusado de colaborar con el Cártel de Sinaloa mientras ostentaba cargos en el gobierno federal.