El rey Felipe VI de España hizo un llamado al respeto y la amistad como pilares para superar posibles discrepancias dentro de la comunidad iberoamericana, la cual describió como “una unidad en la diversidad, una cultura de culturas”. En su discurso de apertura del Encuentro de Academias Hispanoamericanas de la Historia, celebrado en Trujillo (Cáceres) y organizado por la Fundación Obra Pía de los Pizarro, el monarca subrayó la importancia de trabajar juntos para un futuro de mayor beneficio compartido y mejores oportunidades.

Con la presencia de académicos de 15 países hispanoamericanos, como Argentina, México y Colombia, Felipe VI destacó que lo esencial es “tomar impulso en lo que nos une, en nuestras afinidades, para alcanzar respuestas pragmáticas, útiles y equilibradas” en medio de cualquier discrepancia.

El rey también resaltó el enfoque científico del encuentro, señalando que el estudio de la historia, cuando se realiza sin prejuicios ni intereses, permite analizar, interpretar y discrepar de manera rigurosa y contextualizada. Agradeció a la Real Academia de la Historia y a las academias americanas por crear un espacio que promueve el avance conjunto, el conocimiento mutuo y la comprensión entre las sociedades y países del ámbito iberoamericano.

“La cultura es la piedra sobre la que se levanta nuestra hermandad, el elemento que vertebra nuestra identidad”, afirmó Felipe VI, haciendo referencia al mensaje recogido en las conclusiones del encuentro "Repensar Iberoamérica: construyendo el futuro", celebrado en Veracruz, México, en 2014.

Para cerrar su intervención, Felipe VI citó dos versos del escritor mexicano Octavio Paz, que simbolizan la idea de compartir una verdad común y el esfuerzo conjunto por construir un futuro mejor: “Saber partir el pan y repartirlo, el pan de una verdad común a todos”. Con estas palabras, el monarca reafirmó la importancia de la hermandad cultural y la colaboración en la comunidad iberoamericana.