El expresidente de EE. UU. y candidato presidencial republicano, Donald Trump, anunció este martes en un mitin en Greensboro, Carolina del Norte, su intención de solicitar la pena de muerte para cualquier migrante convicto de asesinar a un ciudadano estadounidense. Esta propuesta se enmarca dentro de su retórica antiinmigrante, considerada una de las más extremas hasta la fecha.

“Tenemos que hacerlo… estoy pidiendo la pena de muerte para cualquier migrante que mate a un ciudadano estadounidense o a un agente de las fuerzas del orden… el Congreso lo va a aprobar”, afirmó Trump ante una multitud entusiasta. Esta es la cuarta visita de Trump en dos días a Carolina del Norte, un estado clave que podría definir el próximo ocupante de la Casa Blanca.

Con 16 votos electorales, Carolina del Norte es un estado en disputa, y las encuestas indican una reñida competencia entre Trump y la vicepresidenta Kamala Harris. Aunque se esperaba que Trump abordara la recuperación del estado tras el devastador paso del huracán Helene, que dejó más de 230 muertos, el exmandatario centró su discurso en la inmigración, repitiendo su retórica sobre “fronteras abiertas” y criminales.

Durante su discurso de casi dos horas, Trump enfatizó que la inmigración es el tema que más preocupa a los estadounidenses, incluso más que la economía. No obstante, una encuesta reciente de Gallup revela que la economía es el tema más influyente en las decisiones de los votantes, con un 52 % considerándolo “extremadamente importante”. La inmigración, por su parte, ocupa la quinta posición en la lista de preocupaciones de los votantes.

Trump también reiteró sus promesas de deportaciones masivas y un castigo de 10 años para aquellos que regresen al país tras ser expulsados. Su discurso incluyó ataques directos a Harris, a quien acusó de mantener “las fronteras abiertas”, a pesar de que las restricciones impuestas por el gobierno de Joe Biden han logrado reducir el número de arrestos en la frontera a cifras inferiores a las del 2020, último año de Trump en el poder.

El exmandatario no escatimó en insultos hacia Harris, afirmando que no necesitaban otra persona “con bajo coeficiente intelectual”, refiriéndose a su gestión durante el mandato de Biden. Además, Trump se jactó del respaldo que recibe de los trabajadores de la Patrulla Fronteriza frente a lo que él considera una crisis en la frontera sur.

A medida que se acercan las elecciones, Trump busca consolidar su apoyo en estos estados clave, mientras que Harris intenta posicionarse ante un electorado que parece más preocupado por la economía que por la inmigración, un contraste que marcará la contienda electoral hacia 2024.