Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado, expresó su repudio a la agresión verbal de la que fue objeto por parte del coordinador de la bancada del PAN en el Congreso del Estado de Chihuahua, Alfredo Chávez Madrid, quien le profirió una mentada de madre durante una conferencia de prensa. El senador calificó el acto como una injuria cobarde y como parte de una campaña sistemática de desprestigio en su contra por parte de Acción Nacional.

En una carta pública difundida este martes, Fernández Noroña rememoró con ironía el honor perdido en la política contemporánea: “Si estuviésemos en el siglo XIX, estaría obligado a retarlo a un duelo. Como estamos en el siglo XXI, mi obligación es repudiar su injuria y manifestar mi reclamo ante el Congreso de Chihuahua, al que yo creo infama con su presencia y con tan vil comportamiento”.

El legislador morenista sostuvo que el insulto no es un hecho aislado, sino un episodio más en una cadena de ataques orquestados por el PAN, y lo vinculó a su activismo político y a su exigencia constante de respeto a la dignidad personal. Señaló además que estos actos buscan doblegar su postura firme en defensa de las causas populares, aunque —dijo— no lo conseguirán: “No me doblegarán, y mucho menos me harán mella mientras cuente con el apoyo del pueblo de México”.

Noroña interpretó el insulto como una reacción desesperada tras la disculpa pública ofrecida por el abogado Carlos Velázquez de León —derivada de un episodio ocurrido en 2024— y como un intento por desacreditar su figura pública en un momento político crucial. Afirmó que la agresión no es fortuita, sino deliberadamente provocadora, lo que evidencia, a su juicio, una “bajísima política”.

En su mensaje, el senador reivindicó su trayectoria política como surgida “del profundo corazón del pueblo” y concluyó con una reafirmación de sus principios: “Soy pueblo a mucha honra, porque me siento muy orgulloso de ello. Ante semejante provocación del diputado local panista, lo que procede es mi total repudio a su acción. El pueblo tiene derecho a vivir y ser feliz”.

Hasta el momento, el Congreso de Chihuahua no ha emitido una postura oficial sobre el incidente, aunque se anticipa que el episodio escalará en el debate nacional, dada la investidura del agredido y el contexto de polarización que atraviesa el país.