El proceso electoral extraordinario para la elección de jueces y magistrados en el Poder Judicial de Chihuahua ha quedado envuelto en una creciente ola de denuncias e irregularidades que ponen en entredicho la legitimidad de los resultados. Lo que inició como una elección inédita, dirigida por el Instituto Estatal Electoral (IEE), hoy enfrenta señalamientos de manipulación, opacidad y posible corrupción en distintas fases del conteo y resguardo de votos.

El episodio más escandaloso se registró en Ciudad Juárez, donde cámaras de transmisión en vivo captaron a la presidenta de la Asamblea Distrital Bravos, Olga Magdalena Hernández Hernández, manipulando paquetes electorales de forma indebida durante la madrugada del pasado 2 de junio. La candidata a jueza penal, Silvia Delgado, quien presenció el hecho en tiempo real, acudió de inmediato a la sede de la Asamblea para denunciar un posible delito electoral. Para su sorpresa, descubrió que la persona que aparecía en el video era precisamente la presidenta de la Asamblea. A raíz de este incidente, Delgado presentó una denuncia formal por delitos electorales.

La presidenta del IEE, Yanko Durán Prieto, salió este jueves a rueda de prensa en un intento por contener la controversia. Durante su comparecencia, Durán minimizó los hechos ocurridos en Juárez, al tiempo que defendió los protocolos de conteo y foliado implementados por el organismo. Afirmó que las marcas en las boletas, realizadas con lápiz rojo, buscan facilitar el seguimiento de los sufragios y descartó que el video implicara un acto de fraude.

Sin embargo, las dudas persisten. Otro video que circuló en redes sociales muestra a un capturista aparentemente manipulando actas, en lo que varios observadores interpretan como un intento de favorecer a ciertos candidatos. A esto se suma un error en Guachochi, donde en una casilla con apenas 52 votantes se reportaron más de 300 votos atribuidos a Andrés Pérez Howlet, candidato cercano al secretario de Gobierno, Santiago de la Peña. El IEE explicó que el problema se debió a la carga errónea de un acta en el sistema, pero la explicación no ha logrado disipar el escepticismo público.

En conferencia de prensa, Durán insistió en que los procedimientos del IEE garantizan la transparencia y reiteró que no se puede hablar de tendencias definitivas hasta completar el 100% del cómputo. Actualmente, el avance del conteo oscila entre el 43% y 46%. Pese a sus declaraciones, la percepción de manipulación sistemática se ha afianzado, alimentada por el contexto político local y la cercanía del organismo con el grupo en el poder.

Yanko Durán se vio obligada a dar la cara en una rueda de prensa, ante la presión mediática y social generada por las múltiples denuncias. Aunque intentó desestimar las acusaciones, su intervención careció de la contundencia necesaria para restaurar la confianza en el proceso.

Las irregularidades detectadas hasta ahora van más allá de errores aislados. Observadores críticos apuntan a una operación estructurada para condicionar los resultados a favor de los afines a la administración estatal. La falta de respuestas claras y convincentes por parte del IEE refuerza esta percepción.

Con el proceso de cómputo aún en curso, el escenario electoral en Chihuahua se torna cada vez más incierto. La credibilidad del IEE y de los comicios para renovar el Poder Judicial pende de un hilo, mientras crecen las voces que exigen una investigación a fondo y, eventualmente, la anulación del proceso si las irregularidades no pueden ser solventadas. La legitimidad de esta elección, clave para la independencia judicial en el estado, se encuentra hoy en su punto más crítico.