Protestas en EE.UU. contra redadas migratorias se extienden y tensan clima político previo al “Día Sin Reyes”

Mundo12 de junio de 2025 Por BP Staff
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Las protestas contra la política migratoria de la Administración Trump escalaron durante la noche del miércoles en múltiples ciudades de Estados Unidos, desencadenando decenas de arrestos, toques de queda y un nuevo episodio de tensión entre el gobierno federal y autoridades estatales y locales. Las manifestaciones, iniciadas en Los Ángeles como respuesta directa a las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), se han propagado hacia otras urbes del país, reforzando un clima de polarización que marca el actual ciclo político.

En el centro de Los Ángeles, cientos de personas desafiaron por segunda noche consecutiva el toque de queda, congregándose frente al Ayuntamiento. La policía local reportó entre 20 y 30 detenciones. En otras ciudades como Spokane, Seattle, Las Vegas y Nueva York, se vivieron escenas similares, con concentraciones reprimidas por las fuerzas del orden y múltiples detenciones. En Seattle, manifestantes prendieron una hoguera en plena calle antes de ser dispersados tras una advertencia policial. En San Antonio, pese al despliegue de la Guardia Nacional ordenado por el gobernador Greg Abbott, las protestas transcurrieron sin incidentes.

Las manifestaciones —en su mayoría encabezadas por comunidades latinas, estudiantes y organizaciones de derechos civiles— fueron catalizadas por operativos de deportación en barrios residenciales de California. El creciente malestar se debe a lo que los activistas califican como una ofensiva “selectiva y agresiva” contra migrantes sin antecedentes criminales, muchos de ellos con años de residencia en el país.

Como respuesta, el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de 4,000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines en puntos estratégicos del país, incluyendo el sur de California, lo cual ha generado fuertes críticas por parte de líderes demócratas. El gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa angelina Karen Bass denunciaron que la intervención federal solo busca exacerbar la confrontación política y disuadir las manifestaciones.

El clima de tensión promete intensificarse el próximo sábado, cuando se celebrará el llamado “Día Sin Reyes”, una jornada de protesta nacional convocada por organizaciones civiles, en la que se prevé la participación de decenas de miles de manifestantes en ciudades clave. El nombre, una alusión crítica a lo que los convocantes ven como un “autoritarismo presidencial”, coincide con el desfile militar organizado por Trump en Washington con motivo del 250 aniversario del Ejército estadounidense, y su propio cumpleaños número 79.

El presidente, en tono desafiante, ha advertido que cualquier protesta contra el desfile “enfrentará una gran fuerza”, incrementando los temores de confrontaciones masivas. En medio de este escenario, el país parece avanzar hacia un nuevo punto de quiebre político y social, donde la gestión de la migración, el respeto a las libertades civiles y el uso del poder militar interno ocupan el centro del debate público.

Este momento, cargado de simbolismo político y polarización, revela no solo la fragilidad del consenso nacional sobre la política migratoria, sino también la creciente disonancia entre el discurso federal y las voces de las comunidades que enfrentan directamente las consecuencias de las decisiones de Washington.

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