La senadora Andrea Chávez Treviño, vocera del grupo parlamentario de Morena en el Senado de la República, dejó abierta la posibilidad de contender por la Presidencia de la Mesa Directiva, aunque recalcó que su prioridad política sigue siendo el estado de Chihuahua, entidad en la que aspira a competir por la gubernatura.

“Mi atención está completita en el estado de Chihuahua y no hay forma de que nos desapeguemos de esa tarea”, afirmó en una entrevista breve, al ser cuestionada sobre sus intenciones de asumir la presidencia del Senado en el nuevo periodo legislativo que comenzará el 1 de septiembre. Aun así, adelantó que en los próximos días fijará su postura definitiva: “Voy a estar compartiendo un comunicado pronto con la decisión que tome, pero calma, calma, que todavía estamos conversando con el grupo parlamentario”.

La legisladora se mostró prudente ante la creciente especulación en torno a su posible postulación y evitó confirmar si ya forma parte de la contienda interna. “Voy a publicar pronto, no se me desesperen”, dijo con tono relajado, dejando entrever que las definiciones están cerca.

Interrogada sobre otras posibles aspirantes dentro de la bancada oficialista, Chávez optó por la reserva y el respeto al proceso interno: “No me corresponde a mí hacerlo público, serán ellas quienes hagan pública esa intención y yo voy a respetar eso”. No obstante, reconoció que varias compañeras han expresado en privado su interés por el cargo.

La senadora celebró que este año la Presidencia del Senado corresponda a una mujer, conforme a los acuerdos de paridad de género impulsados por Morena y avalados por el propio grupo legislativo. En ese sentido, destacó la importancia de que la representación institucional refleje los principios de igualdad que el partido ha promovido en la vida pública nacional.

Andrea Chávez, una de las figuras emergentes más visibles dentro de Morena, se encuentra en un momento estratégico de definición política. Su doble foco —entre la construcción de su proyecto en Chihuahua y su posible presencia en la cúpula legislativa nacional— refleja las tensiones internas de un movimiento que busca combinar renovación generacional, disciplina partidista y liderazgo femenino en puestos clave del próximo sexenio.