La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) decretó este jueves la intervención gerencial temporal de CIBanco e Intercam, luego de que el gobierno de Estados Unidos los vinculara con operaciones de lavado de dinero. La medida implica la sustitución inmediata de sus órganos administrativos y representantes legales, con el objetivo de resguardar los derechos de ahorradores y clientes ante el posible impacto de las acusaciones emitidas por el Departamento del Tesoro estadounidense.

En un comunicado breve, pero de gran calado, la CNBV subrayó que esta intervención busca garantizar la estabilidad del sistema financiero mexicano, en un contexto de creciente presión internacional. Si bien no se ofrecieron mayores detalles sobre los términos específicos de la intervención, la decisión representa un giro de alto impacto en el tratamiento institucional frente a acusaciones transfronterizas de carácter financiero.

Las autoridades mexicanas han mantenido una postura de cautela ante los señalamientos, insistiendo en la necesidad de contar con pruebas concretas antes de proceder penalmente contra las instituciones involucradas. La Secretaría de Hacienda reiteró recientemente que, si bien no existe impunidad, el debido proceso exige evidencia clara por parte de las agencias estadounidenses.

A pesar de la severidad de la medida, la CNBV reafirmó su confianza en la solidez estructural del sistema financiero nacional, destacando la coordinación entre autoridades para preservar su integridad. La intervención, aunque temporal, marca un punto de inflexión en la relación entre el gobierno mexicano y el sector bancario, al tiempo que intensifica la atención sobre los mecanismos de prevención de lavado de dinero en México.

En medio de un ambiente político y diplomático sensible, esta decisión revela un intento por parte del Estado mexicano de contener los efectos reputacionales sin asumir culpas no comprobadas, al tiempo que envía un mensaje de firmeza frente a las exigencias del entorno internacional.