La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, expresó su firme rechazo a las expresiones xenófobas que se manifestaron durante una reciente marcha en contra de la gentrificación en el país. Aunque reconoció que el fenómeno urbanístico debe ser atendido por sus implicaciones económicas y sociales, la mandataria subrayó que ninguna demanda puede justificar la discriminación.
“Todas y todos los mexicanos tenemos que tener muy presente el no a la discriminación, al racismo, clasismo, xenofobia, al machismo… No a la discriminación. Todos los seres humanos somos iguales”, expresó Sheinbaum durante su conferencia matutina. Añadió que las consignas que promovían la expulsión de extranjeros del país deben ser condenadas de manera categórica: “No puede ser que por una demanda —por más legítima que sea, como lo es la gentrificación—, se diga: ‘fuera cualquier nacionalidad en nuestro país’. Nosotros hemos sido fraternos siempre”.
El pronunciamiento de la jefa del Ejecutivo federal ocurre luego de que diversas organizaciones sociales realizaran una marcha en la Ciudad de México para exigir políticas públicas que regulen el encarecimiento del suelo y el desplazamiento de comunidades locales, provocado en parte por la llegada de residentes extranjeros con mayor poder adquisitivo. Sin embargo, durante el evento se escucharon mensajes con tono xenófobo, lo que generó polémica y diversas reacciones en redes sociales.
Sheinbaum reafirmó que su gobierno seguirá trabajando por garantizar una convivencia armónica y justa, abordando las causas estructurales de fenómenos como la gentrificación, pero sin tolerar discursos de odio. Su postura refuerza la línea humanista que ha caracterizado su administración en materia migratoria y de derechos humanos, en un contexto donde el país sigue enfrentando tensiones internas vinculadas a la movilidad global y al acceso a la vivienda digna.
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