El jueves tuvo lugar en la sede de Morena una reunión destinada al sorteo de las empresas encargadas de llevar a cabo las encuestas para determinar la candidatura presidencial del partido.

En el evento estuvieron presentes Mario Delgado, líder del partido; Citlalli Hernández, secretaria general; Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional; así como los representantes de los grupos de interés conocidos como "corcholatas", incluyendo a Martha Lucía Malú Mícher (afín a Marcelo Ebrard), Carlos Puente (vinculado a Manuel Velasco), Juan Carlos Calatrejo (relacionado con Claudia Sheinbaum) y Alejandro Rojas Díaz Durán y Néstor Núñez (ligados a Ricardo Monreal).

A pesar de que se esperaba un mensaje informativo sobre los resultados del encuentro alrededor de las 19:30 h, la reunión se extendió hasta pasadas las 22:00 h.

Cerca de las 23:00 h, Mario Delgado Carrillo comunicó que las cuatro casas encuestadoras seleccionadas a través del sorteo serán evaluadas por la Comisión de Encuestas del partido el día viernes.

En caso de que alguna de estas casas encuestadoras no cumpla con los requisitos necesarios, será descartada y se elegirá una alternativa, manteniendo el principio de que no se permitirá la nominación de dos empresas propuestas por un mismo aspirante.

Al término de la reunión, Rojas Díaz Durán compartió con los medios que durante el encuentro planteó la idea de que "debería considerarse que si alguno de los contendientes manifiesta su desacuerdo, dado que no conocemos la opinión ni de Adán Augusto ni de Marcelo. Expresamos que si algún aspirante tiene objeciones, el partido debería ser flexible y buscar el máximo consenso posible para asegurar la legitimidad democrática del proceso interno. En caso contrario, no contribuiría a la unidad que todos estamos persiguiendo".

Por su parte, Martha Lucía Malú Mícher anunció que se solicitará al Consejo Nacional de Morena que examine las empresas elegidas mediante sorteo, ya que supuestamente algunas de ellas no cumplen con los requisitos establecidos.