Albergues y organizaciones religiosas en la frontera norte de México han lanzado una alerta ante la inminente llegada de una caravana migrante que se estima consta de entre 5,000 y 6,000 personas. Esta caravana, la más numerosa del año, se está acercando desde el sur del país y se espera que llegue a Ciudad Juárez en un futuro cercano.

La caravana salió de Chiapas, en la frontera sur de México, y ha resistido y avanzado a diferencia de caravanas anteriores que se desintegraban rápidamente. Sin embargo, se espera que esta caravana se divida y disuelva en su camino hacia el norte del país.

El padre Francisco Bueno Guillén, director de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, señaló la preocupación de que la ciudad no tenga la capacidad para recibir a un gran número de migrantes. A pesar de esto, mencionó que hay 60 casas para migrantes en diferentes puntos del país que pueden proporcionar alojamiento y comida a los migrantes.

Ciudad Juárez ha sido un punto clave en el flujo migratorio de México y Centroamérica, y las organizaciones defensoras de los migrantes han señalado un aumento anual de más del 60% en la migración irregular que atraviesa el territorio mexicano durante este año.

A pesar de una disminución en la cifra de migrantes debido al clima frío y una mayor vigilancia por parte de las autoridades mexicanas, los albergues aún se encuentran saturados. Las casas del migrante en todo el país han expresado que están sobrepasadas por la gran cantidad de migrantes que reciben, lo que lleva al agotamiento de recursos y espacio.

A medida que los migrantes siguen llegando en trenes, aviones y vehículos para evadir los puntos de revisión migratoria, la situación plantea desafíos tanto para las autoridades como para las organizaciones de ayuda humanitaria. Mientras algunas autoridades tratan de controlar el flujo migratorio, las organizaciones religiosas y defensoras de los migrantes buscan abordar la situación de manera humanitaria y brindar apoyo a aquellos que buscan refugio en México.