El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó enfáticamente las acusaciones de haber recibido financiamiento del crimen organizado durante su campaña presidencial en 2006. En la conferencia matutina desde Palacio Nacional, López Obrador desestimó las recientes afirmaciones periodísticas que sugerían tales vínculos, calificándolas de "montajes".

“Tienen que dar una explicación (…) están muy molestos”, expresó el mandatario ante los medios esta mañana en el Salón Tesorería. López Obrador demandó pruebas contundentes que respalden las acusaciones vertidas en su contra.

Las alegaciones recientes, basadas en un reportaje del portal ProPublica con fuentes de la agencia estadounidense antidrogas (DEA), sugieren que el Cártel de Sinaloa habría contribuido con 2 millones de dólares a la campaña presidencial fallida de López Obrador en 2006. Sin embargo, el presidente tachó estas afirmaciones de "calumnias".

El Departamento de Justicia de Estados Unidos cerró en 2011 una investigación sobre los supuestos pagos del narcotráfico a la campaña del actual mandatario, confirmó una fuente familiarizada con el asunto a la agencia EFE. La investigación se llevó a cabo bajo el protocolo de manejo de investigaciones internacionales sensibles y se limitó al ámbito de delitos relacionados con las drogas.

López Obrador, quien ha reiterado su compromiso con la transparencia y la lucha contra la corrupción, desmintió categóricamente cualquier implicación con actividades ilícitas y exigió a quienes lo acusan que presenten pruebas contundentes que respalden sus afirmaciones.