México demanda a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia por asalto a su Embajada en Quito
En una decisión sin precedentes, México ha llevado su protesta por el asalto a su Embajada en Quito, Ecuador, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), exigiendo que el país sudamericano sea suspendido como miembro de las Naciones Unidas hasta que ofrezca disculpas públicas y repare el daño causado.
La Secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, anunció en una conferencia mañanera la presentación de esta denuncia, señalando que la agresión perpetrada por Ecuador contra la Embajada mexicana constituye una violación flagrante del derecho internacional.
La denuncia presentada por México ante la CIJ demanda cinco puntos principales:
- Declarar a Ecuador responsable del daño causado a México y sus nacionales.
- Suspender a Ecuador como miembro de las Naciones Unidas hasta que emita una disculpa pública por las violaciones cometidas.
- Establecer que la CIJ es el órgano competente para determinar la responsabilidad de un Estado y promover su expulsión de la ONU en caso de violaciones similares en el futuro.
- Establecer un precedente para la expulsión definitiva de cualquier Estado que viole el derecho internacional.
- Facilitar el proceso de expulsión ante el Consejo de Seguridad de la ONU para evitar el veto de sus miembros.
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, enfatizó que el objetivo es evitar que se repita un acto tan deplorable como el asalto a la Embajada mexicana, garantizando la protección de las misiones diplomáticas en todo el mundo y respetando el derecho internacional.
La tradición mexicana, basada en los derechos internacionales, es la protección de los perseguidos políticos, subrayó el presidente.
Alejandro Selorio, consultor jurídico de la Cancillería mexicana, explicó que también se ha solicitado a la CIJ que ordene a Ecuador respetar la inviolabilidad de la Embajada mexicana, ya que tras la ruptura de relaciones diplomáticas, las oficinas quedaron desprotegidas.
Este movimiento recuerda a la expulsión de Yugoslavia de la ONU en 1992, después de su intervención militar en Serbia y Montenegro.
México espera que esta acción impulse la protección de las misiones diplomáticas en todo el mundo y fortalezca el sistema de justicia internacional en momentos de debilidad multilateral.
