En un acto de protesta que escaló rápidamente, estudiantes de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh) y miembros de la Resistencia del SNTE marcharon desde la glorieta de Francisco Villa hasta la Rectoría de la UACh, exigiendo ser atendidos por el rector Luis Rivera Campos. Sin embargo, al encontrar las puertas cerradas, decidieron forzar su entrada a la institución.

Al llegar a las puertas de la Rectoría, los manifestantes dieron un plazo de 15 minutos para que el rector saliera a atenderlos. Al no recibir respuesta en ese tiempo, los estudiantes utilizaron un tronco que sacaron de una camioneta estacionada frente a la rectoría para golpear las puertas. Esta acción provocó que los guardias de seguridad respondieran rociándolos con extintores. A pesar de ello, los estudiantes continuaron hasta destrozar los vidrios y quitar las rejas, logrando entrar a la institución.

Una vez dentro, los manifestantes limpiaron los vidrios rotos y otros destrozos antes de dirigirse al poliforum. En respuesta, agentes de la policía del estado llegaron al lugar para calmar la situación, permaneciendo cerca en caso de ser necesarios nuevamente.

A lo largo de la protesta, los estudiantes cerraron las puertas indicando que cualquier empleado de la UACh o persona podía entrar y salir, mientras ellos se quedarían en el poliforum esperando al rector Luis Rivera Campos para iniciar un diálogo.

Este incidente marcó la cuarta ocasión en que los manifestantes llegan a la rectoría y encuentran las puertas cerradas, sin ser atendidos por el rector. Durante la protesta, los manifestantes leyeron un pliego de peticiones que exigía la gratuidad de la universidad, mejores condiciones en las aulas y una mejor calidad de enseñanza por parte de los docentes. También solicitaron apoyos para estudiantes artistas, deportistas y de odontología, quienes aseguraron que sus herramientas de trabajo no son adecuadas para las exigencias de sus estudios.

En la tarde del miércoles, el rector Luis Rivera Campos se reunió con los manifestantes, recibiendo su pliego petitorio. Sin embargo, no se logró un acuerdo y los manifestantes decidieron permanecer en las instalaciones. Rivera Campos expresó su preocupación por los posibles delitos que podrían surgir de una investigación debido a los daños provocados durante la protesta, responsabilizando al líder del movimiento estudiantil.

La situación se intensificó durante la madrugada del jueves, cuando un operativo de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) y la Policía Vial rodeó el edificio de la Rectoría. A pesar de la presencia de antimotines y el grupo K9, el desalojo se llevó a cabo sin violencia. Cerca de la 1:00 de la mañana, 25 manifestantes abandonaron las instalaciones voluntariamente, seguidos por más personas hasta que solo quedaron tres representantes del movimiento, quienes finalmente también fueron desalojados.

El rector Rivera Campos afirmó que se presentarán denuncias por los delitos cometidos durante la manifestación, que incluyen allanamiento y daño a propiedad pública. El secretario general de gobierno, Santiago de la Peña Grajeda, informó que cinco personas fueron detenidas durante el desalojo, incluyendo a una maestra cuya afiliación a la UACh no fue confirmada.

De la Peña Grajeda enfatizó que el desalojo fue pacífico y que la Fiscalía General del Estado (FGE) se encargará de las investigaciones correspondientes. También hizo un llamado a los actores políticos a no utilizar a la universidad ni a los estudiantes para fines políticos, asegurando que continuará en diálogo con todos los involucrados en la protesta.