El presidente Joe Biden y el exmandatario Donald Trump (2017-2021) están ultimando detalles para enfrentar el primer debate presidencial este jueves, considerado como el más trascendental en décadas. Este encuentro tiene el potencial de remodelar la carrera a la Casa Blanca, ya que ocurre antes del inicio oficial de las campañas y promete centrarse en ataques personales.

El debate, organizado por CNN, tendrá lugar el 27 de junio en Atlanta y marcará la tercera vez que Biden y Trump se encuentren para debatir. Sin embargo, esta vez ambos llegan antes de ser oficialmente nominados como candidatos en las convenciones nacionales de sus respectivos partidos, rompiendo con la tradición de años anteriores.

El presidente Biden ha pasado el fin de semana en Camp David, reunido con sus asesores para preparar el debate. Por su parte, Trump ha estado en mítines en Washington y Filadelfia, creando expectación sobre su elección de candidato a vicepresidente, decisión que aún no ha revelado.

En Filadelfia, Trump preguntó a su público si debería ser "duro y desagradable" en el debate, pidiendo que eligieran entre los insultos “Corrupto Joe” o “Dormido Joe”. Además, volvió a criticar a Biden por el aumento de la inmigración y el crimen, temas que planea repetir en el cara a cara. También se burló de Biden, de 81 años, diciendo que “está durmiendo” y que le “pondrán una inyección antes del debate”.

A pesar de sus críticas, Trump reconoció en el podcast All-In que no debe subestimarse la capacidad de debate de Biden.

La campaña de Biden ha mantenido en secreto sus preparativos, pero informes de CBS indican que Bob Bauer, abogado personal del presidente, está desempeñando el papel de Trump en los debates simulados. Biden planea atacar a Trump recordándole que es un “delincuente convicto”, un “desquiciado” y “el arquitecto” del fin de las protecciones federales al derecho al aborto. Además, su equipo está listo para desmentir en tiempo real cualquier información errónea que Trump use en el debate.

Ambas campañas son conscientes de que los momentos virales en las redes sociales serán cruciales, más allá de las propuestas políticas.

Esta semana, Trump continuará reuniéndose en Mar-a-Lago, Florida, con asesores y aliados para repasar puntos clave como la política exterior, la inflación y la inmigración, tema central de su campaña. También estudiará cómo abordar el motín del Capitolio del 6 de enero de 2021, que Biden ha calificado de ataque a la democracia estadounidense.

El senador JD Vance, uno de los posibles candidatos a la vicepresidencia, comentó a Fox News que Trump está trabajando en traducir estos temas importantes en un mensaje efectivo para el debate.

Por otro lado, la Casa Blanca informó que Biden partirá desde Camp David hacia Atlanta el jueves, acompañado por la primera dama, Jill Biden. Al día siguiente, la pareja presidencial viajará a Raleigh, Carolina del Norte, para un evento de campaña.

Trump, por su parte, planea realizar un mitin en una granja en Virginia un día después del debate, junto al gobernador republicano de ese estado, Glenn Youngkin.

El primer debate presidencial entre Biden y Trump promete ser un evento crucial que podría definir el tono de la campaña electoral hacia las elecciones de 2024.