Claudia Sheinbaum, la virtual presidenta electa de México, dejó claro que no intervendrá en el proceso de renovación de la dirigencia de Morena al concluir el periodo de Mario Delgado.

Sheinbaum subrayó la unidad dentro del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y destacó que, a diferencia de otros partidos como el PRI y el PAN, en Morena prevalece la cohesión. "Si me invita Morena evidentemente yo ya no participaría ni en la votación ni en mi opinión de quién debe dirigir Morena", afirmó contundentemente.

Además, Sheinbaum reconoció que Mario Delgado, actual dirigente de Morena, debe consultarla en temas relacionados con la transición de gobierno, ya que él asumirá el cargo de titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Sin embargo, dejó claro que su opinión sobre la dirigencia del partido ya no es relevante en esta nueva etapa. "Ya mi opinión sobre la dirigencia del partido ya no creo que yo deba opinar, ya estamos en otra condición, es un asunto de la militancia", señaló.

Por su parte, Mario Delgado anunció que la renovación de la dirigencia nacional de Morena se definirá mediante encuesta o por elección de los miembros del Congreso Nacional del partido. "Tenemos las dos posibilidades porque tenemos congresistas nacionales vigentes, por lo tanto, son congresistas que tienen plenos derechos y que podrían ser convocados a hacer una elección", explicó Delgado.

Delgado indicó que lo ideal sería que el proceso de renovación ocurra durante la segunda quincena de septiembre, una fecha que aún debe ser confirmada.

Con estas declaraciones, Claudia Sheinbaum reafirma su compromiso de mantenerse al margen del proceso interno de Morena, permitiendo que la militancia del partido decida de manera autónoma sobre su futura dirigencia.