El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que su gobierno no pactó con el Clan Yunes para asegurar el voto necesario que permitió la aprobación de la reforma al Poder Judicial en el Senado de la República.

En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, López Obrador negó haber mantenido contacto con Miguel Ángel Yunes Márquez o con su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, aunque no descartó que Adán Augusto López, coordinador de los senadores de Morena, haya sostenido conversaciones con ambos políticos.

"Nada, nada absolutamente. ¿Saben por qué se piensa que hubo una negociación? Porque ese es uno de los problemas que tienen los conservadores y sus voceros, creen que somos iguales a ellos", expresó el mandatario. "Yo no hablé ni con el señor Yunes ni con su hijo", enfatizó.

Sin embargo, López Obrador reconoció la posibilidad de que Adán Augusto López, en su calidad de legislador, haya negociado el voto. "Es su trabajo. Yo envié una iniciativa de reforma a la Constitución, y son los legisladores quienes deben hacer su trabajo", añadió.

La votación de la reforma judicial, que permitirá a partir de 2025 la elección popular de jueces, magistrados y ministros, fue aprobada en el Senado con 86 votos a favor del bloque oficialista y 41 en contra. Uno de los votos más controversiales fue el del senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, quien días antes había manifestado su rechazo a la reforma, generando críticas dentro de su propio partido.

En respuesta a las acusaciones de traición hacia Yunes Márquez, López Obrador pidió a la prensa y a los analistas no centrarse en la supuesta "alianza" entre Morena y los Yunes, sino en el objetivo principal: la aprobación de la reforma judicial.

"Yo tengo diferencias públicas y notorias con Yunes Linares, como con muchos otros. En la política hay que optar entre inconvenientes, buscando el equilibrio entre eficacia y principios", puntualizó el presidente.

La reforma, propuesta por el gobierno de López Obrador, ha sido objeto de intensos debates, interrumpidos incluso por protestas en el recinto. La oposición, encabezada por PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, intentó bloquear la reforma sin éxito. Ahora, México se encamina hacia un cambio significativo en su sistema judicial, con una reforma que ha generado divisiones tanto dentro como fuera del Senado.