El presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó la propuesta del Partido Acción Nacional (PAN) de considerar los actos violentos de los grupos criminales en México como terrorismo, argumentando que esto abriría la puerta a intervenciones extranjeras en asuntos internos del país. El mandatario advirtió sobre las implicaciones de permitir que organismos internacionales, como el FBI o la DEA, se involucren en la lucha contra el crimen en territorio mexicano.

Durante su conferencia matutina, López Obrador expresó su preocupación por una intervención realizada por un dirigente del PAN durante el debate en el Senado sobre la reforma a la Guardia Nacional. El mandatario destacó que la propuesta del PAN, que buscaba tipificar los hechos violentos de los grupos criminales como terrorismo, es un tema delicado que podría tener graves consecuencias para la soberanía de México.

"Me llamó mucho la atención este planteamiento porque no es nuevo. Esta idea de considerar el crimen organizado como terrorismo es algo que ya había sido propuesto por el expresidente Donald Trump, y en ese momento le expliqué que los asuntos de México los resolvemos nosotros", señaló el presidente.

López Obrador explicó que, de aprobarse esta propuesta, se abriría la posibilidad de que agencias extranjeras como el FBI, la DEA o incluso gobiernos de otros países como China o Rusia, intervengan en México bajo el pretexto de combatir el terrorismo. "Imagínense que puedan calificar como terrorista a cualquier grupo o situación que no les convenga a sus intereses. Esto sería una violación flagrante a nuestra soberanía", añadió.

El presidente subrayó que este tipo de propuestas son peligrosas porque podrían ser utilizadas para justificar intervenciones extranjeras en México, algo que, según él, nunca debería permitirse. "Antes de irme, quería dejar clara mi postura sobre este tema porque van a seguir insistiendo", afirmó López Obrador, reiterando que los problemas de seguridad en México deben ser resueltos por los mexicanos.

La propuesta del PAN de clasificar la violencia de los grupos criminales como terrorismo ha generado una fuerte reacción por parte del presidente López Obrador, quien advierte sobre los riesgos de permitir intervenciones extranjeras en el país. El mandatario reafirmó su postura de que los asuntos de seguridad deben ser resueltos por México, sin la participación de agentes internacionales, y dejó claro que su gobierno no permitirá acciones que pongan en riesgo la soberanía nacional.