Este 2 de octubre, el Gobierno de México dio un paso histórico al reconocer políticamente los actos perpetrados durante la matanza estudiantil de 1968 como una masacre. Ernestina Godoy, en representación de la administración federal, anunció la firma de un decreto que inscribe este trágico suceso en la memoria histórica del país.

Durante la conferencia matutina, Ernestina Godoy reveló que el decreto será firmado hoy para formalizar el reconocimiento de los crímenes cometidos durante el movimiento estudiantil. En su declaración, Godoy señaló que este movimiento fue precursor de las libertades democráticas que el país disfruta hoy en día. Además, destacó la importancia de inscribir leyendas y monumentos que honren la memoria de las víctimas del 2 de octubre, reafirmando el compromiso de no olvidar estos hechos.

La matanza estudiantil del 68, ordenada por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, fue reconocida como un crimen de lesa humanidad. Este paso marca un esfuerzo por contribuir a la memoria histórica y por asegurar que eventos de tal magnitud no se repitan en México.

Disculpa pública de la Secretaría de Gobernación: En una medida adicional de reparación simbólica, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ofreció una disculpa pública en nombre del Estado mexicano. En su mensaje, Rodríguez expresó la responsabilidad del actual gobierno de garantizar que se reconozcan los crímenes cometidos hace 56 años.

"El Estado mexicano ofrece una sentida disculpa pública a todas las personas que perdieron a un ser querido o a quienes fueron víctimas de los crímenes de lesa humanidad cometidos la noche del 2 de octubre de 1968", afirmó la secretaria. Subrayó que la represión instrumentada en aquella época desde la Secretaría de Gobernación es ahora un recordatorio del compromiso que tiene el gobierno actual con la libertad y la democracia.

El reconocimiento político de la masacre de 1968 y la disculpa pública marcan un momento clave en la historia reciente de México. Este acto, más allá de ser un gesto simbólico, representa la voluntad del gobierno actual de hacer justicia y fortalecer los derechos y libertades de la ciudadanía. A 56 años de los trágicos eventos del 2 de octubre, la memoria histórica de este suceso sigue siendo vital para la construcción de un México más democrático y libre.