En un giro decisivo en la historia reciente de Siria, la coalición insurgente islamista que derrocó al presidente Bashar al Asad ha emitido un llamado a los millones de sirios desplazados para que regresen al país y participen en la reconstrucción nacional. En un mensaje difundido en Telegram, el Mando de Operaciones Militares del Organismo de Liberación del Levante (HTS, por sus siglas en árabe), aseguró que trabajará en crear un entorno seguro y estable para recibir a los repatriados.

El HTS, conocido por sus raíces en el Frente al Nusra, antigua filial de Al Qaeda, lideró una ofensiva de 12 días que culminó con la toma de las principales ciudades sirias, incluida Damasco. La coalición se comprometió en sus primeros comunicados a garantizar tolerancia hacia las distintas sectas y confesiones del país, en un esfuerzo por proyectar estabilidad y unidad.

Desde el inicio de la guerra civil en 2011, más de 14 millones de sirios han sido desplazados, lo que representa la mayor crisis de refugiados del mundo, según Naciones Unidas. En este contexto, un ataque de un dron turco en el norte del país dejó 12 civiles muertos, entre ellos seis niños, según reportaron las Fuerzas de Siria Democrática (FSD).

Este incidente ocurre en medio de una ofensiva de rebeldes sirios apoyados por Turquía contra las FSD en la región de Manbech, al noreste de Siria. Las FSD aseguraron que han frustrado múltiples ataques respaldados por apoyo aéreo turco.

Mientras tanto, los cascos blancos, la Defensa Civil siria, iniciaron una operación de rescate en la infame prisión de Sednaya, conocida por el uso de tortura y condiciones inhumanas bajo el régimen de Al Asad. Equipos de rescate han comenzado a liberar detenidos en celdas subterráneas mientras enfrentan complicaciones de seguridad y logísticas.

El primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, denunció los planes de Al Asad de sumir al país en el caos antes de su partida hacia Rusia. Según Al Jalali, el exmandatario dejó un escenario de anarquía que el nuevo liderazgo deberá gestionar.

El HTS busca consolidar su poder prometiendo estabilidad y un gobierno inclusivo, mientras enfrenta el reto de reconstruir un país devastado por más de una década de conflicto. Sin embargo, la situación en las zonas controladas por kurdosirios y los ataques de Turquía siguen siendo un desafío para la paz en la región.