Drones, espionaje y la sombra de la intervención

Bajo la administración de Donald Trump, la CIA desplegó drones MQ-9 Reaper sobre México para espiar a los cárteles de la droga, según funcionarios actuales y anteriores citados por CNN. Aunque no están armados, estos dispositivos tienen la capacidad de ejecutar ataques de precisión, como los que EE.UU. ha realizado contra terroristas en Siria, Irak y Somalia.
El contexto es claro: Trump buscaba designar a cinco cárteles mexicanos como grupos terroristas, entre ellos el CJNG de “El Mencho” y el Cártel de Sinaloa de “Los Chapitos”. De concretarse, esta clasificación podría justificar ataques directos en territorio mexicano.
El uso de drones para vigilar a los cárteles no es nuevo. Un exfuncionario confirmó que la CIA ya ha empleado esta tecnología en el pasado, en ocasiones con apoyo de autoridades mexicanas. Sin embargo, los vuelos recientes fueron notificados al Congreso bajo un esquema reservado para operaciones encubiertas, lo que sugiere un alto nivel de secretismo.
La semana pasada, el general Gregory Guillot, jefe del Comando Norte de EE.UU., admitió que la vigilancia aérea contra los cárteles ha aumentado para evaluar nuevas estrategias.
El mensaje es contundente: Washington no solo observa, sino que perfila sus próximos movimientos. México está en la mira, y el debate sobre los límites de la intervención está más vigente que nunca.