Sheinbaum ordena investigar posible basura espacial de SpaceX en costas de Tamaulipas

La presidenta Claudia Sheinbaum solicitó formalmente a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) investigar la posible afectación ambiental derivada de restos de basura espacial que habrían llegado a las costas de Tamaulipas, presuntamente provenientes de la empresa SpaceX, propiedad de Elon Musk.
Elementos metálicos, tanques presurizados y residuos de materiales sintéticos fueron encontrados en la playa Bagdad, en el municipio de Matamoros, lo que encendió alertas por su posible vínculo con el noveno vuelo del cohete Starship, lanzado en mayo pasado desde Texas. Las piezas, algunas con etiquetas visibles, son evaluadas por autoridades mexicanas para determinar su origen exacto y su nivel de toxicidad.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum informó que giró instrucciones a la Agencia Digital, encargada del monitoreo aeroespacial, para iniciar una revisión técnica del caso. “Pedí hoy en la mañana que pudiera revisar por parte de la Agencia Digital, que tiene la parte aeroespacial de Comunicación. Primero saber a qué se refiere, tener el apoyo técnico y después Medio Ambiente y otra Secretaría que nos puedan dar información de esta publicación que hicieron”, explicó la mandataria.
El objetivo, dijo, es contar con elementos suficientes para determinar si los residuos encontrados están efectivamente relacionados con SpaceX, así como identificar posibles riesgos para la población y el medio ambiente costero.
El hallazgo de estos objetos ha generado preocupación entre organizaciones ambientalistas, quienes han advertido que su presencia representa un riesgo para especies protegidas como la tortuga lora, así como para la pesca y la actividad turística de la región. En los reportes iniciales, se señala que algunos de los restos presentan señales de haber contenido sustancias como fósforo y otros compuestos potencialmente nocivos.
Autoridades locales han confirmado que los objetos fueron retirados y entregados a instancias federales para su análisis. Hasta el momento, ni la empresa SpaceX ni agencias regulatorias como la FAA han emitido una respuesta oficial.
En caso de confirmarse la responsabilidad de la empresa estadounidense, el Gobierno mexicano podría proceder con acciones diplomáticas o legales por daños ambientales, de acuerdo con las normativas internacionales vigentes en materia de residuos espaciales.