La presidenta Claudia Sheinbaum instruyó que los cónsules de México en Estados Unidos realicen al menos una visita diaria a los centros de detención gestionados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), como parte de un esfuerzo renovado para garantizar el respeto a los derechos humanos de los migrantes mexicanos.

En conferencia matutina, la mandataria anunció el despliegue de un equipo especial para supervisar el funcionamiento de todos los consulados mexicanos y evaluar sus vínculos con las redes de apoyo comunitario en territorio estadounidense. Sheinbaum subrayó que es indispensable abandonar la visión tradicional de la diplomacia consular centrada exclusivamente en el protocolo y en la relación con autoridades locales.

“Tenemos que quitarnos toda esa burocracia que quedó donde los consulados supuestamente eran para tener relación con la ciudad y el estado”, enfatizó, reiterando que ahora la prioridad es la atención directa a los connacionales detenidos.

La medida se enmarca en una política más activa del gobierno mexicano para atender el fenómeno migratorio desde una perspectiva humanitaria, en un momento en que el endurecimiento de las políticas migratorias estadounidenses ha derivado en un incremento de detenciones y deportaciones, muchas veces sin las garantías debidas. Sheinbaum subrayó que cualquier denuncia derivada de estos centros será atendida con celeridad y contundencia.