La gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, confirmó este lunes que asistirá a los informes de gobierno de los presidentes municipales Marco Bonilla, de la capital del estado, y Jesús Valenciano, de Delicias. No obstante, al ser cuestionada sobre su posible participación en el informe del alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, la mandataria evitó dar una respuesta clara, dejando entrever —con tono irónico— una distancia política entre ambos gobiernos.
“Esto ya es como que empieza la Navidad. A quien se porta bien, le toca regalo de Navidad; a quien no se porta bien, pues estamos en estas”, comentó Campos Galván, sugiriendo que su presencia en los informes municipales puede tener relación con las dinámicas de colaboración institucional.
La ambigüedad de su respuesta cobra sentido en el marco de la tensa relación que ha existido entre la administración estatal y el gobierno municipal de Ciudad Juárez, marcada por diferencias políticas y desencuentros públicos. Aunque ambos gobiernos han coincidido en temas de seguridad y desarrollo regional, la colaboración ha sido intermitente y muchas veces condicionada por contextos partidistas.
La ausencia —o posible ausencia— de la gobernadora en el informe de Pérez Cuéllar no es solo un gesto protocolario omitido; se convierte en un mensaje político que revela las fricciones persistentes entre el gobierno del estado, encabezado por el PAN, y el ayuntamiento juarense, en manos de Morena. Esta señal ocurre además en un periodo de creciente definición rumbo al proceso electoral de 2027, donde los posicionamientos, incluso simbólicos, comienzan a cobrar valor estratégico.
La presencia confirmada en los informes de Bonilla y Valenciano reafirma, en contraste, el respaldo político de la mandataria a los alcaldes de su mismo bloque político, lo que deja en evidencia un ejercicio de rendición de cuentas marcado también por afinidades y distancias.
Así, más allá del calendario institucional, la asistencia —o no— a los informes municipales se vuelve una expresión de los equilibrios políticos del estado, donde la cortesía protocolaria convive con los límites de la alianza y la confrontación.
Te puede interesar
Lo más visto
