El Partido Acción Nacional (PAN) anunció este domingo el inicio de una nueva etapa en su vida política, marcada por el fin de las alianzas partidistas y una apuesta decidida por reconstruir su identidad institucional, con miras a consolidarse como una fuerza política autónoma y renovada. Así lo afirmó su dirigente nacional, Jorge Romero Herrera, en un acto realizado en el Frontón México, frente al Monumento a la Revolución, ante militantes, simpatizantes y figuras clave del partido.
Con la presencia de los cuatro gobernadores panistas, decenas de alcaldes, legisladores y dirigentes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Romero Herrera explicó que la decisión responde a un proceso de reflexión interna y consenso entre la militancia, tras los resultados y aprendizajes acumulados de las recientes alianzas con otras fuerzas.
“Hace 86 años no nacimos para ver con quién nos aliábamos, nacimos para ser nuestra propia opción democrática”, expresó el dirigente, al subrayar que el PAN volverá a competir por su cuenta en los próximos procesos electorales, reforzando su presencia nacional con una estrategia propia y sin depender de coaliciones.
Aunque descartó nuevas alianzas partidistas, Romero Herrera precisó que el PAN no se aislará, sino que buscará construir redes con liderazgos ciudadanos, tanto internos como externos al partido, para ampliar su trabajo territorial y mantener un vínculo activo con diversas comunidades. Esta fórmula, según el dirigente, pretende alejar al partido de los acuerdos cupulares y acercarlo a las demandas sociales reales.
En paralelo, el partido impulsará un relevo generacional que promueva la participación activa de juventudes y nuevos cuadros políticos, con el objetivo de renovar ideas, prácticas y discursos. El énfasis estará en fortalecer la interlocución del PAN con los sectores más jóvenes del electorado, quienes —reconoció— exigen una política más auténtica, menos burocrática y más transparente.
El anuncio ha generado reacciones en el panorama político nacional. Según versiones periodísticas, el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, habría expresado en privado su preocupación ante la posibilidad de que el nuevo PAN sin alianzas abra el camino a Movimiento Ciudadano como la segunda fuerza opositora rumbo a 2027. La decisión panista, sin embargo, responde a un contexto en el que cada partido redefine su posicionamiento frente al nuevo mapa político.
La ruptura con el modelo de alianzas abre un capítulo de reconfiguración estratégica para el PAN, que busca reconstituirse como una opción democrática sólida, competitiva y con voz propia en una etapa donde las lealtades partidistas tradicionales están en transformación. El desafío será combinar la recuperación de su identidad histórica con la capacidad de innovar en su propuesta hacia el futuro.
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