

El director del Fondo de Cultura Económica (FCE), Paco Ignacio Taibo II, presentó este miércoles el ambicioso proyecto ‘25 para 25’, una campaña internacional de fomento a la lectura que contempla la distribución gratuita de 2.5 millones de libros en México, América Latina y Estados Unidos, con especial énfasis en adolescentes y jóvenes.
“Para mi gusto, lo mejor de la literatura latinoamericana está en esta lista”, señaló Taibo II al mostrar las portadas de los primeros 18 títulos ya en producción. El programa, que reúne obras clave del pensamiento y la narrativa regional, tiene como propósito transformar los hábitos lectores de nuevas generaciones mediante el acceso libre a libros de alta calidad.
Hasta ahora, ya se han distribuido cuatro libros en México, dos en Colombia y uno en Argentina, mientras que Uruguay y Honduras se suman al esfuerzo a través de la red de librerías del FCE en sus respectivos países. La iniciativa se implementa en 14 naciones latinoamericanas, con apoyo logístico de sedes diplomáticas y grupos culturales.
Taibo reconoció que el proyecto enfrentó resistencias en países como Perú y Ecuador, donde la idea de regalar libros fue inicialmente rechazada. No obstante, subrayó que se logró sortear los obstáculos mediante alianzas con colectivos sociales y culturales, ampliando así la red de distribución más allá de los canales institucionales.
Además, la Secretaría de Relaciones Exteriores se ha sumado a la estrategia para hacer llegar los ejemplares a comunidades mexicanas en Estados Unidos, aprovechando la infraestructura de los consulados como puntos de entrega. Esta acción busca fortalecer el vínculo cultural con la diáspora mexicana y acercar la literatura a lectores jóvenes fuera del país.
‘25 para 25’ se perfila como una de las campañas más extensas en la historia reciente del FCE, con el objetivo de sembrar bibliotecas personales en manos de lectores que, en muchos casos, acceden por primera vez a libros en formato físico, gratuitos y cuidadosamente seleccionados. La iniciativa reafirma el papel del Estado como promotor activo de la cultura y la lectura en todo el continente.