El ultraderechista José Antonio Kast se convirtió este domingo en el nuevo presidente electo de Chile tras obtener una victoria contundente frente a la candidata de izquierda Jeannette Jara, en una jornada electoral marcada por la participación masiva y el reconocimiento inmediato de los resultados. Con el 99 por ciento de los votos escrutados, Kast obtuvo el 58.1 por ciento de los sufragios, frente al 41.8 por ciento alcanzado por la exministra de Gabriel Boric.
El resultado representa un giro histórico en la política chilena: por primera vez desde el retorno a la democracia, un político identificado abiertamente con el legado de Augusto Pinochet ocupará la presidencia de la República. Kast, de 59 años, abogado y exdiputado ultracatólico, ganó en las 16 regiones del país, incluidas zonas tradicionalmente progresistas como la Región Metropolitana de Santiago y Valparaíso, y arrasó en áreas clave como las regiones mineras del norte y las agrícolas del sur.
La magnitud del triunfo lo convierte en el segundo resultado más amplio desde el regreso de la democracia en Chile, solo por detrás de Michelle Bachelet en 2013, cuando venció a Evelyn Matthei con una diferencia de 24.3 puntos porcentuales.
Tras conocerse los resultados preliminares, Jeannette Jara reconoció su derrota y llamó a la unidad de las fuerzas progresistas para ejercer una oposición propositiva. Acompañada por líderes de izquierda y centro-izquierda, Jara se dirigió a sus simpatizantes en un tono firme pero sereno. “La democracia habló fuerte y claro. La derrota siempre es breve, y el compromiso con Chile es permanente”, expresó. A través de redes sociales, también informó que se comunicó personalmente con Kast para felicitarlo por su victoria y desearle éxito.
En tanto, el presidente saliente Gabriel Boric ofreció una llamada televisada a su rival electoral de 2021 para felicitarlo por su triunfo. En la conversación, lo invitó a un desayuno en el palacio presidencial de La Moneda para iniciar la transición. “José Antonio ha obtenido un triunfo claro, y eso es una gran responsabilidad que debe asumirse con cariño, humildad y trabajo. Le deseo lo mejor por el bien de Chile”, expresó el mandatario.
La victoria de Kast marca un punto de inflexión en el escenario político latinoamericano, donde la ultraderecha ha venido ganando terreno en diversos países. Su llegada a La Moneda, prevista para el próximo 11 de marzo, representa no solo un cambio de orientación ideológica en el Ejecutivo chileno, sino también un desafío para las fuerzas progresistas de la región que han perdido uno de sus bastiones en el Cono Sur.
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