Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, enfrenta tres cargos relacionados con la compra y posesión ilegal de armas de fuego, según un acta de imputación firmada por David Weiss, fiscal federal de Delaware. Estos cargos surgen de la compra de una pistola Colt Cobra calibre 38 por parte de Hunter Biden en octubre de 2018 o alrededor de esa fecha.

El documento de imputación acusa a Hunter Biden de mentir al vendedor al proporcionar un certificado en el que declaraba que no era consumidor ilegal ni adicto a estimulantes, estupefacientes u otras sustancias controladas. Según la acusación, Hunter Biden sabía que esta declaración era falsa y ficticia.

Además, se le acusa de proporcionar información falsa sobre sus adicciones en la solicitud federal de licencia de armas de fuego (FFL, por sus siglas en inglés). También enfrenta un tercer cargo por posesión ilegal de un arma de fuego, sabiendo que era ilegal debido a sus adicciones.

El certificado que Hunter Biden y otros compradores de armas deben completar pregunta si son "usuarios ilegales o adictos a la marihuana o cualquier depresivo, estimulante, narcótico o cualquier otra sustancia controlada". Se enfatiza que el uso o posesión de marihuana sigue siendo ilegal bajo la ley federal, independientemente de su legalización o despenalización a nivel estatal.

Las violaciones a la Ley de Control de Armas pueden ser castigadas con hasta 15 años de prisión y/o una multa de hasta 250,000 dólares.

La imputación no menciona el otro delito por el que también estaba siendo investigado, la declaración irregular de impuestos. A principios de julio, Hunter Biden estaba dispuesto a declararse culpable como parte de un acuerdo con los fiscales federales, pero este acuerdo se desmoronó después de que la jueza encargada de dictar la sentencia expresara dudas al respecto.

Este caso ha sido utilizado por los republicanos, liderados por el expresidente Donald Trump, para sembrar dudas sobre los negocios de Hunter Biden en el extranjero y acusar a la familia del presidente de corrupción. Las investigaciones comenzaron en 2018 durante la administración de Trump, y los conservadores han sostenido que Joe Biden no ha hecho esfuerzos para llevar la investigación hasta el final.

Recientemente, el líder de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, ordenó abrir una investigación de juicio político contra el presidente Biden, alegando que se aprovechó de sus conexiones políticas para intervenir en los negocios de su hijo y beneficiarse de ellos. Estas acusaciones han sido refutadas por la Casa Blanca en repetidas ocasiones.