Daniel Noboa, heredero de la fortuna de su padre, un influyente empresario bananero ecuatoriano, se ha convertido en el presidente más joven de Ecuador, al ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del país.

Con aproximadamente el 90% de los votos escrutados, Noboa obtuvo alrededor del 52.9% de los votos, venciendo a su rival, Luisa González, candidata del partido del ex presidente Rafael Correa. A pesar de su apoyo de fuerzas de derecha, Daniel Noboa se define a sí mismo como centroizquierda.

Este joven empresario, con tan solo el 23% de los sufragios en la primera vuelta electoral, gobernará hasta mayo de 2025 para completar el período de cuatro años que originalmente le correspondía a Guillermo Lasso. Lasso disolvió el Congreso opositor en mayo, lo que llevó a elecciones anticipadas, para evitar una posible destitución en un juicio político por presunta corrupción.

Luisa González, aceptó la derrota y felicitó a Noboa, reconociendo la victoria democrática de su oponente. Su discurso fue pronunciado en un hotel de Quito, donde el movimiento Revolución Ciudadana, liderado por Rafael Correa, siguió de cerca el avance del escrutinio.

Daniel Noboa es un político relativamente desconocido que escaló en silencio en la política ecuatoriana. Aunque previamente ocupó el cargo de diputado en la disuelta Asamblea Nacional, su candidatura cobró fuerza en la primera vuelta después de un debate presidencial en el que se presentó con un chaleco antibalas, alegando amenazas de muerte.

Hijo del magnate Álvaro Noboa, quien buscó la presidencia en cinco ocasiones sin éxito, Daniel heredó tanto su capital político como su fortuna. Su campaña se centró en las redes sociales, donde utilizó videos y material gráfico para promover su imagen.

Daniel Noboa se presentó como una figura de cambio y prometió impulsar una consulta popular para implementar un sistema de jurados para casos de corrupción, además de la militarización de fronteras y el traslado de reclusos violentos a barcos-cárceles.

Con esta victoria, Daniel Noboa se convierte en el presidente más joven de Ecuador, marcando un hito en la historia política del país. A pesar de ser relativamente nuevo en la política, su elección ha generado expectativas y desafíos para el futuro de Ecuador.