El presidente Andrés Manuel López Obrador optó por no comentar sobre los recientes acontecimientos en la 24 Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde se aprobó la posibilidad de reelección de Alejandro Moreno como dirigente nacional.

“Bueno, vámonos a desayunar, vámonos a desayunar. Ya, ya, ya, ya, adiós, adiós”, expresó el mandatario mexicano antes de concluir la conferencia matutina en Palacio Nacional, evitando así cualquier declaración sobre el tema.

En la 24 Asamblea Nacional Ordinaria del PRI, llevada a cabo en el Pepsi Center de la Ciudad de México, Alejandro "Alito" Moreno logró implementar reformas en los estatutos del partido que le permitirían reelegirse como dirigente nacional hasta el 2032. La aprobación de estos cambios se realizó a mano alzada.

Además de la posible reelección de Moreno, también se votó a favor de la reelección de la Secretaría Ejecutiva, lo que permitiría a Carolina Viggiano mantenerse en el cargo hasta 2032.

“El PRI y su aguerrida militancia luchará y seguirá luchando hasta el final. Seremos la oposición que México necesita. Una oposición real, potente y protagonista de los grandes debates”, afirmó Moreno Cárdenas ante los tres mil 200 priistas presentes en el evento.

Sin embargo, a la reunión no asistieron figuras destacadas del partido como Manlio Fabio Beltrones, Dulce María Sauri y Beatriz Paredes, todos ellos ex presidentes nacionales del PRI, así como Carlos Aceves del Olmo, dirigente nacional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

La reelección de Moreno y Viggiano marca un hito en la estructura del PRI, señalando un posible camino hacia una mayor estabilidad en la dirigencia del partido, aunque también plantea preguntas sobre la dinámica interna y la percepción externa de la democracia interna del partido.