El Gobierno de México advirtió este miércoles que la imposición de aranceles del 25 % a los productos mexicanos, anunciada por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podría generar la pérdida de 400,000 empleos en EE.UU. y un aumento significativo en los costos para los consumidores, como un incremento de 3,000 dólares en el precio de una camioneta.

El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, señaló durante una conferencia en Palacio Nacional que estas medidas no solo perjudicarían al comercio bilateral, sino que también impactarían directamente a las principales automotrices de EE.UU., como General Motors, Stellantis y Ford.

“Es un impuesto que afecta, primordialmente, a este complejo industrial tecnológico, cuyos principales exponentes son estos tres grupos de los propios Estados Unidos. Es como darse un tiro en el pie”, advirtió Ebrard.

Además, destacó que las importaciones totales representan el 12.7 % del PIB estadounidense, lo que subraya la interdependencia económica entre ambos países.

Trump anunció el lunes que una de sus primeras órdenes ejecutivas será imponer aranceles del 25 % a “todos los productos” provenientes de México y Canadá, como medida para presionar a ambos países a detener lo que calificó como una “invasión” de migrantes y drogas.

Ebrard recordó la importancia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), vigente desde 2020, que facilita un comercio trilateral que sumó 1.77 billones de dólares de enero a septiembre de 2024, equivalente al 30 % del PIB mundial.

Frente a las amenazas de aranceles, México buscará negociar con el equipo de transición de Trump para reforzar la estabilidad y competitividad regional en Norteamérica.

“En la mesa hay dos alternativas: fragmentarnos y dividirnos con tarifas interminables, o construir juntos una región fuerte y competitiva”, planteó Ebrard, quien enfatizó la necesidad de optimizar las cadenas de suministro y promover la prosperidad compartida con empleos bien remunerados e inversión en infraestructura.

El secretario indicó que México cuenta con el apoyo de compañías de los sectores aeronáutico, agropecuario y financiero, y busca diversificar sus alianzas comerciales. En este sentido, trabaja para acelerar la aprobación final del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE) y la negociación de un nuevo tratado con Brasil.

La postura de México destaca los riesgos de las políticas proteccionistas y sugiere que el futuro económico de la región depende de la colaboración y no de la confrontación. La relación entre ambos países entra en una fase crítica con la llegada de Trump, y las decisiones de las próximas semanas serán determinantes para el comercio y la estabilidad regional.