EE.UU. ordena la eliminación total de los cárteles y organizaciones criminales transnacionales

El Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó un memorándum en el que instruye la eliminación total de los cárteles y organizaciones criminales transnacionales, en cumplimiento de la orden del presidente Donald Trump emitida el 20 de enero de 2025.
El documento, firmado por la fiscal general Pam Bondi, subraya que la estrategia antinarcóticos de EE.UU. debe cambiar de enfoque para erradicar por completo estas organizaciones, en lugar de solo mitigar los daños que generan en territorio estadounidense.
"No basta con detener la marea de venenos mortales, como el fentanilo, que estos grupos distribuyen en nuestra patria. Debemos aprovechar todos los recursos del Departamento de Justicia para eliminar estas amenazas a la soberanía de Estados Unidos", señala el memorándum.
Como parte de este plan, el Departamento de Justicia anunció que la Sección de Lavado de Dinero y Recuperación de Activos enfocará sus investigaciones en los recursos financieros de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), así como del Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha.
Además, Bondi ordenó la disolución de equipos dedicados a la persecución de oligarcas rusos y la influencia extranjera, redirigiendo sus recursos al combate del narcotráfico.
"Los fiscales federales en todo el país recibirán instrucciones específicas para reforzar las acciones contra estas organizaciones criminales, incluyéndolas en órdenes de registro y acusaciones", menciona el documento.
El gobierno de Trump ha señalado el combate al tráfico de fentanilo como una prioridad de seguridad nacional, culpando a los cárteles de la crisis de sobredosis que deja más de 70,000 muertes al año en EE.UU.
Este endurecimiento de la política antidrogas ocurre en un contexto de tensión diplomática con México y Canadá, después de que la administración Trump impusiera aranceles del 25 % a sus importaciones y declarara a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras.
Con estas nuevas directrices, la administración estadounidense busca fortalecer su estrategia de seguridad fronteriza y lucha contra el crimen organizado, en medio de un panorama de creciente presión política y comercial en Norteamérica.