Organizaciones feministas denunciaron la detención arbitraria y con uso desproporcionado de la fuerza de tres mujeres integrantes del denominado bloque negro durante la marcha del Día Internacional de la Mujer. Según testimonios y videos difundidos en redes sociales, al menos 14 policías estatales vestidos de civil participaron en la detención, arrastrándolas y utilizando choques eléctricos contra otras manifestantes que intentaron impedir el arresto.

Las tres mujeres fueron trasladadas a la Fiscalía de Distrito Zona Centro tras ser acusadas de irrumpir en el edificio del Registro Civil. Una de ellas tuvo que ser hospitalizada debido a las lesiones sufridas, mientras que las otras dos fueron liberadas la noche del sábado, según informó la colectiva Movimiento Malinche.

“La protesta social es un derecho. Las detenciones fueron arbitrarias, con uso desproporcionado de la fuerza y se realizaron por policías vestidos de civil”, denunciaron las activistas. En videos difundidos, se observa cómo los agentes, en su mayoría hombres y sin portar uniforme policial, corren y cargan a las detenidas hasta subirlas a camionetas de la Secretaría de Seguridad Pública, identificadas con los números PE-110 y PE-177.

Testigos señalaron que las mujeres que intentaron detener el arresto fueron atacadas con descargas eléctricas y que uno de los agentes portaba un martillo. La Comisión Estatal de Derechos Humanos documentó que una de las detenidas sufrió heridas y perdió el conocimiento, por lo que fue trasladada al Hospital Central.

Las autoridades justificaron la detención al argumentar que las tres mujeres habían roto una puerta del Registro Civil, lo que constituiría el delito de irrupción. No obstante, sobre el uso de choques eléctricos y la agresión con un martillo, la Fiscalía aseguró que los responsables no eran policías, pues no portaban uniforme.

La actuación de las fuerzas de seguridad en la manifestación ha generado indignación y cuestionamientos sobre el uso de fuerza desproporcionada en operativos contra manifestantes, así como la falta de protocolos en la detención de mujeres.