Milei: "Irán es un enemigo de Argentina" y advierte sobre amenaza nuclear

En una declaración que refuerza su alineamiento ideológico y geopolítico con Israel y Estados Unidos, el presidente argentino Javier Milei calificó a Irán como “un enemigo de Argentina” y advirtió que, si el país asiático se desarrolla como potencia nuclear, “el mundo estará en problemas”. Sus palabras se produjeron durante una entrevista televisiva en LN+, en el contexto de la creciente tensión entre Israel e Irán.
Milei fundamentó su afirmación recordando los atentados perpetrados en territorio argentino en 1992 y 1994, contra la Embajada de Israel y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), respectivamente. Estos ataques dejaron un saldo conjunto de más de cien muertos y centenares de heridos. Según múltiples investigaciones, el grupo chií Hizbulá —con respaldo iraní— habría estado involucrado, aunque las causas judiciales continúan abiertas y con pedidos de captura internacional contra exfuncionarios iraníes.
En su intervención, el mandatario fue más allá de la denuncia y ensalzó la actuación militar de Israel como una defensa de lo que denominó “la cultura occidental”. “Israel ya nos salvó de Irak en 1981, de Siria en 2007, y ahora lo está haciendo de vuelta”, aseguró. Añadió que el gobierno de Netanyahu “está haciendo el trabajo sucio que no hacen otros”, en una postura que lo distancia de la posición tradicional de neutralidad o moderación diplomática que Argentina ha sostenido en conflictos del Medio Oriente.
El jefe de Estado argentino también expuso una visión ideológica explícita: “A Israel lo atacan los teocráticos porque lo quieren hacer desaparecer, y lo ataca la izquierda porque Israel representa la base moral del capitalismo judeocristiano”. Este razonamiento se inscribe en un discurso en el que Milei asocia estrechamente sus convicciones económicas y religiosas con el alineamiento internacional de su gobierno.
Durante su reciente visita oficial a Israel, el presidente reafirmó su compromiso de trasladar la embajada argentina a Jerusalén, un gesto político de alta carga simbólica que ha sido adoptado por pocos países y que genera reacciones internacionales divididas. En esa misma ocasión, calificó al primer ministro israelí como su “queridísimo amigo Binyamin Netanyahu”, consolidando una narrativa de afinidad personal y política sin precedentes en la historia diplomática reciente entre ambos países.
Las declaraciones de Milei introducen un cambio de tono significativo en la política exterior argentina, en momentos en que las tensiones globales en torno a Irán y Medio Oriente se recrudecen. La afirmación de enemistad directa no sólo marca un punto de ruptura con enfoques anteriores, sino que podría tener implicaciones en el plano regional y en la relación de Buenos Aires con países con posturas más equidistantes en el conflicto.