Trump proclama el fin de la “Guerra de los 12 días” entre Irán e Israel tras acuerdo de alto el fuego

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la noche del lunes un acuerdo de alto el fuego “total” entre Israel e Irán, con el que se pondría fin formal a doce días de hostilidades que, según sus palabras, “pudieron haber destruido todo Oriente Medio”. El armisticio contempla un cese escalonado de operaciones militares: primero por parte de Irán, a las 00:00 horas del martes en Washington, seguido por Israel doce horas más tarde.
“¡ENHORABUENA A TODOS!”, exclamó el mandatario en su red Truth Social, asegurando que “cuando ambos países hayan completado sus misiones finales”, el mundo podrá declarar oficialmente que la guerra “ha TERMINADO”. En su mensaje, Trump celebró el “coraje, inteligencia y resistencia” de ambas naciones y sugirió que el conflicto, conocido ya como “La Guerra de los 12 Días”, podría haberse prolongado durante años.
El proceso de desescalada ha sido vertiginoso. Tras el ataque estadounidense del fin de semana contra tres instalaciones nucleares iraníes, Irán respondió este lunes lanzando misiles hacia bases de EE.UU. en Catar e Irak, aunque notificó previamente a Washington, lo que evitó víctimas. Según fuentes del Pentágono, 13 de los 14 misiles fueron interceptados y uno fue ignorado al no representar amenaza directa.
Este intercambio formó parte del capítulo final de una guerra breve pero extremadamente tensa, iniciada el 13 de junio por Israel con un bombardeo dirigido a debilitar la infraestructura militar y nuclear de Teherán. Desde entonces, ambos países se enfrentaron con ataques coordinados, mientras Estados Unidos maniobraba entre la presión de sus aliados y el objetivo de evitar una escalada regional incontrolable.
El vicepresidente JD Vance sostuvo en entrevista que Irán ya no cuenta con las capacidades técnicas para desarrollar un arma nuclear “con el equipamiento que tiene, porque lo hemos destruido”. Esta afirmación, acompañada por la decisión de Irán de limitar sus represalias y aceptar el alto el fuego, ha sido interpretada por la Casa Blanca como un indicio de agotamiento estratégico del régimen persa.
La proclamación de Trump apunta a consolidar su narrativa como pacificador y arquitecto de un nuevo equilibrio geopolítico en Medio Oriente. No obstante, persiste la incertidumbre sobre la durabilidad del acuerdo y la capacidad real de ambas partes para contener futuras provocaciones, en un entorno donde las tensiones estructurales permanecen latentes.