

La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó este martes que México asistirá como país invitado a la próxima reunión del grupo BRICS, pero descartó su participación personal en el encuentro. En su lugar, el canciller Juan Ramón de la Fuente encabezará la delegación mexicana, en calidad de observador.
“Va a ir el secretario de Relaciones Exteriores, nunca dije que iba a ir. Hay mucho trabajo aquí en el país”, señaló la mandataria al ser cuestionada sobre su ausencia. Sheinbaum subrayó que la prioridad de su gobierno está centrada en atender las necesidades internas, y reiteró que la participación en foros internacionales será evaluada caso por caso. “Si vamos a un lugar o a otro es porque consideramos importante. En el caso de los BRICS va el secretario, nosotros no formamos parte de este conglomerado de países”, puntualizó.
Los BRICS —integrados por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— han adquirido notoriedad global como un bloque económico y político alternativo a las potencias occidentales. La invitación a México para asistir como observador refleja un interés creciente del grupo por ampliar su interlocución con economías emergentes de América Latina.
La decisión de enviar una representación diplomática y no presidencial también marca una línea de continuidad pragmática con administraciones anteriores, que han sido cautelosas respecto a un alineamiento formal con bloques geopolíticos que podrían alterar el equilibrio tradicional de la política exterior mexicana.
Sheinbaum reafirma así una postura centrada en la autonomía estratégica del país, sin romper con los principios de no intervención y multilateralismo que han caracterizado históricamente la diplomacia mexicana.