

El presidente de China, Xi Jinping, recibió este martes en Pekín a su homólogo ruso, Vladímir Putin, con quien acordó fortalecer los lazos bilaterales en temas estratégicos, económicos y diplomáticos, en lo que ambos líderes definieron como una alianza “inquebrantable” frente a un mundo cada vez más polarizado.
Durante la reunión, Xi destacó que la relación entre China y Rusia ha “resistido los cambios de la situación internacional” y calificó el vínculo como un modelo de relaciones entre grandes potencias. Expresó su disposición a “fortalecer los intercambios” y “mejorar la coordinación” con Moscú, especialmente en temas que atañen a los intereses fundamentales de ambas naciones.
Putin, por su parte, elogió el respaldo mutuo entre ambos países durante la Segunda Guerra Mundial y señaló que “Rusia y China desempeñaron un papel crucial en la victoria contra el fascismo”, al tiempo que reafirmó su compromiso de mantener una coordinación estratégica que eleve las relaciones a “niveles históricos”.
La reunión se dio un día antes del desfile militar conmemorativo por el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, que se celebrará este miércoles en la plaza de Tiananmen, con la asistencia de Putin y del líder norcoreano, Kim Jong-un.
En un gesto que refuerza la apertura bilateral, el gobierno chino anunció una exención de visado para ciudadanos rusos que viajen por negocios, turismo o visitas familiares por hasta 30 días. La medida entrará en vigor el 15 de septiembre de 2025 y estará vigente por un año.
Xi también subrayó la importancia de fortalecer la cooperación en foros multilaterales como la ONU, el G20, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y los BRICS. En ese contexto, la cumbre de la OCS celebrada el lunes reunió a Xi, Putin y el primer ministro indio, Narendra Modi, en una demostración de unidad regional frente a las tensiones con Estados Unidos.
En su intervención, Xi hizo un llamado a defender el multilateralismo y a rechazar la hegemonía, mientras que Putin se mostró abierto al diálogo y destacó los esfuerzos de China e India para propiciar una solución al conflicto en Ucrania. Además, señaló que su reciente reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump, dejó un “entendimiento” que podría allanar el camino hacia la paz.
En paralelo, Xi Jinping sostuvo una reunión con el nuevo presidente de Irán, Masud Pezeshkian, en la que expresó el apoyo de China a la integridad territorial y soberanía del país persa. “La fuerza no es el camino para resolver las diferencias”, afirmó el líder chino, subrayando el compromiso con una solución diplomática a las tensiones regionales.
El líder norcoreano Kim Jong-un también arribó este martes a Pekín en tren, acompañado por altos funcionarios de su gobierno, para participar en el desfile militar. Su presencia simboliza el fortalecimiento del eje entre Corea del Norte, Rusia y China, en un contexto marcado por el acuerdo de defensa mutua entre Pyongyang y Moscú, y el despliegue de tropas norcoreanas en apoyo a la invasión rusa en Ucrania.
Este viaje es el primero de Kim a China desde 2019 y busca reparar la relación con su principal aliado, deteriorada por la creciente dependencia militar de Corea del Norte con Rusia.
El encuentro entre Xi, Putin y Kim, así como la celebración del desfile militar, constituye un mensaje geopolítico claro desde Asia al mundo occidental, especialmente a Estados Unidos. Los líderes participantes han coincidido en rechazar las “injerencias” extranjeras y han defendido la necesidad de construir un orden mundial multipolar, más justo y sin hegemonías.
Con una retórica de unidad y defensa de los principios de soberanía, igualdad y justicia internacional, la alianza entre China, Rusia y sus aliados busca consolidarse como un contrapeso frente al poder occidental en un escenario global cada vez más fragmentado.