

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostendrá este lunes una reunión en el Despacho Oval con sus principales asesores para discutir los próximos pasos en relación con Venezuela, en medio de un amplio despliegue militar estadounidense en el Caribe y una creciente presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
Según información revelada por la cadena CNN, citando fuentes anónimas, en la reunión participarán altos funcionarios del gabinete, incluyendo al secretario de Estado, Marco Rubio; el secretario de Guerra, Pete Hegseth; y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine. El encuentro se da un día después de que el propio Trump confirmara una llamada telefónica reciente con Maduro, aunque evitó dar detalles sobre el contenido del intercambio.
La reunión tiene lugar en un contexto de creciente tensión regional, luego de que Trump advirtiera públicamente a pilotos y aerolíneas que deben considerar “cerrado” el espacio aéreo de Venezuela y sus alrededores, sin aclarar si esto implica una ofensiva militar inminente.
El despliegue naval estadounidense en el Caribe y el Pacífico, como parte de su campaña antidrogas, ya ha resultado en ataques contra al menos una veintena de embarcaciones identificadas como presuntas lanchas del narcotráfico, con un saldo superior a 80 tripulantes muertos. Estos operativos han generado dudas en el Congreso de EE.UU., donde comisiones bipartidistas investigan la legalidad de las acciones y en particular, la posibilidad de crímenes de guerra vinculados a una orden emitida por Hegseth para rematar sobrevivientes de una lancha venezolana en aguas del Caribe.
El secretario de Guerra ha negado categóricamente las acusaciones, calificándolas de falsas, mientras que Trump ha salido en su defensa, asegurando que cree en la versión de su colaborador.
La conversación entre Trump y Maduro, según reportes del diario The New York Times, habría tenido como propósito explorar la posibilidad de una reunión en territorio estadounidense, aunque el diálogo no derivó en acuerdos concretos. No obstante, la existencia misma de la llamada marca un giro en la postura oficial de Washington, que durante años desconoció al mandatario venezolano.
A medida que se intensifica la retórica de la Casa Blanca y las operaciones militares continúan, crece la preocupación por un posible escalamiento del conflicto con implicaciones regionales. La reunión de este lunes podría definir el tono de la política estadounidense hacia Venezuela en los próximos meses.










