

El gobierno de México confirmó que, pese a la decisión del gobierno peruano de romper relaciones diplomáticas, continuará ofreciendo servicios consulares y mantendrá el vínculo con la sociedad civil peruana. Así lo informó el subsecretario de Relaciones Exteriores, Roberto Velazco, quien subrayó que la medida no representa un cierre total de los canales de comunicación entre ambas naciones.
“Nada más decirles que el gobierno de Perú ha decidido romper relaciones con México”, señaló Velazco durante la conferencia matutina del gobierno federal. No obstante, aclaró que esta ruptura no afectará la continuidad de los servicios consulares, necesarios para atender a ciudadanos mexicanos en territorio peruano y para mantener el lazo con el pueblo peruano, al que calificó como parte de una relación histórica que trasciende los desacuerdos coyunturales entre gobiernos.
La tensión diplomática entre México y Perú se intensificó tras el otorgamiento de asilo político a Betssy Chávez Chino, ex primera ministra del expresidente Pedro Castillo, decisión que Lima calificó como una injerencia en sus asuntos internos. Ante ello, las autoridades peruanas anunciaron la ruptura de relaciones diplomáticas con el gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum.
México, por su parte, defendió el asilo como una decisión soberana y sustentada en el derecho internacional, particularmente en la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático, y argumentó que Chávez ha sido víctima de persecución política. La cancillería mexicana presentó una nota diplomática solicitando un salvoconducto para facilitar su salida del país andino.
A pesar de este nuevo episodio de fricción, la postura mexicana apunta a evitar una escalada mayor. El mantenimiento de la atención consular representa un gesto de contención diplomática y un reconocimiento a los vínculos culturales, históricos y sociales que existen entre ambos pueblos, más allá de las diferencias entre sus gobiernos. La cancillería ha enfatizado que México continuará actuando con base en sus principios constitucionales y en el respeto al derecho de asilo como instrumento de protección humanitaria.












