Aprobación del crédito estatal desata crisis en Morena: Rosana Díaz, Edith Palma e Irlanda Márquez traicionan

Local17/12/2025BP StaffBP Staff
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La aprobación del Paquete Económico 2026 en el Congreso del Estado de Chihuahua, y en particular del crédito por 3 mil millones de pesos solicitado por la gobernadora Maru Campos, dejó una fractura visible en la bancada de Morena. La votación, que requería una mayoría calificada difícil de alcanzar —al menos 22 votos de los 33 diputados— se logró con 20 votos a favor gracias a la ausencia de tres legisladoras durante el momento decisivo: Edith Palma Ontiveros y Rosana Díaz Reyes, de Morena, e Irlanda Márquez Nolasco, del PT.

El hecho no pasó desapercibido. La molestia fue inmediata y pública. Cuauhtémoc Estrada Sotelo, coordinador de la bancada de Morena, calificó el episodio como una “traición al pueblo de Chihuahua”, subrayando que, sin esas ausencias, el bloque opositor tenía los votos suficientes para bloquear el endeudamiento. “Somos representantes populares, y el día de ayer, 20 votos a favor y tres ausencias traicionaron al pueblo de Chihuahua”, expresó con dureza en rueda de prensa.

La narrativa desde Morena es clara: con sus 12 votos en contra y una mayoría simple que no alcanzaba para frenar el paquete fiscal, la clave estaba en impedir la mayoría calificada. Pero las ausencias de Palma, Díaz y Márquez desarticularon esa posibilidad. Y aunque no votaron a favor, su decisión de abandonar el recinto —o al menos de no estar en el pleno durante la votación— tuvo consecuencias definitivas.

Las reacciones dentro del partido fueron inmediatas. En redes sociales, dirigentes y legisladores de Morena difundieron un posicionamiento donde, sin rodeos, acusaron a Palma y Díaz de haber actuado contra los principios del movimiento. “No mentir, no robar y no traicionar al pueblo de Chihuahua”, citó Estrada en alusión directa a los valores fundacionales del partido. El comunicado oficial de la dirigencia estatal calificó la omisión como “injustificable” y anunció que ambas diputadas serán sometidas al escrutinio de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, órgano encargado de sancionar conductas contrarias a la ética partidista.

El episodio dejó al descubierto tensiones internas dentro de la bancada morenista. Según trascendió, ninguna de las legisladoras ausentes pudo ofrecer una explicación válida sobre su ausencia en el momento de la votación, y su paradero fue desconocido durante varias horas. La lectura al interior del Congreso fue más dura: una maniobra deliberada que facilitó la aprobación del crédito solicitado por el Ejecutivo estatal, justo cuando la disciplina partidaria era esencial.

La polémica también se trasladó al plano empresarial. El aumento del Impuesto Sobre Nómina del 3% al 4% fue otro punto de fricción, que desató protestas de organismos como Coparmex, Canacintra, Index y el Consejo Coordinador Empresarial. Aunque estas cámaras empresariales presionaron en el pleno y abandonaron la sesión como forma de protesta, el decreto fue aprobado sin modificaciones, evidenciando una desconexión entre el gobierno estatal y uno de sus aliados históricos: el empresariado local.

Desde el Ejecutivo, sin embargo, la narrativa fue distinta. La aprobación del crédito y el presupuesto por más de 117 mil millones de pesos fue presentada como una victoria política. Con el respaldo del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y el voto ausente de tres diputadas clave, el gobierno estatal logró no solo blindar su propuesta económica, sino enviar una señal de capacidad operativa. El secretario de Hacienda, José de Jesús Granillo, enfatizó que Chihuahua ha reducido su nivel de deuda del 63% al 38% de los ingresos estatales, y que la mejora en la calificación crediticia por parte de Fitch y HR Ratings permite financiar obras bajo mejores condiciones.

Pero para la oposición, lo aprobado representa un “endeudamiento disfrazado” y un golpe a la credibilidad institucional. Más allá del contenido del presupuesto, lo que ha quedado en entredicho es la cohesión interna del grupo parlamentario de Morena y su capacidad para sostener una estrategia unificada frente a una mayoría aliada con el Ejecutivo estatal.

El episodio deja heridas abiertas. La imagen de un bloque opositor debilitado por sus propias ausencias marca un punto de inflexión en la legislatura, mientras la dirigencia de Morena se prepara para revisar el caso a fondo. En el fondo, la votación no solo aprobó un crédito; reconfiguró el mapa político del Congreso y expuso con crudeza que, en política, a veces la traición no se consuma con el voto a favor, sino con la ausencia en el momento exacto.

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