Durante la conferencia matutina de hoy en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador abordó el polémico asesinato de Héctor Melesio Cuén, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y diputado electo. El mandatario destacó que desde el inicio del caso se han detectado múltiples "contradicciones" y defendió la decisión de que la Fiscalía General de la República (FGR) asuma la investigación.

López Obrador afirmó que las irregularidades en el manejo del caso por parte de las autoridades locales son preocupantes y reveló que la versión inicial sobre los hechos no coincide con las nuevas evidencias presentadas. "La versión inicial indicaba que había sido ejecutado en la gasolinera, y que había opuesto resistencia. Eso fue lo que declaró el testigo, el que lo acompañaba. Luego, el señor Zambada dice ‘no, lo asesinaron donde se dio el encuentro’, y ahora la Fiscalía también está dando a conocer que hay cosas que no coinciden", explicó el presidente.

La controversia aumentó este fin de semana cuando una carta atribuida a Ismael "El Mayo" Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, fue hecha pública. En ella, se asegura que Cuén fue asesinado en el lugar donde fue privado de su libertad, lo que ha destapado un entramado que mezcla política y crimen organizado, generando preocupación en el gobierno federal. López Obrador pidió que la FGR realice "una investigación a fondo, seria, y que se informe de todo" para despejar cualquier duda.

La FGR, que ya había detectado varias irregularidades en la versión manejada por la Fiscalía de Sinaloa, ha confirmado que las pruebas iniciales no se alinean con las declaraciones oficiales. Según un informe preliminar de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), el cuerpo de Cuén presentaba un fuerte hematoma en la cabeza y cuatro disparos en las piernas, lo que contrasta con la versión de que fue asesinado en un intento de asalto en una gasolinera.

Además, la FGR ha señalado la falta de rigor en las prácticas de preservación del cuerpo, lo que permitió una incineración que va en contra de los protocolos criminalísticos estándar para la investigación de homicidios. También se mencionó que el video de la gasolinera, que supuestamente muestra el asesinato, solo registra un disparo, mientras que los empleados del lugar no escucharon detonaciones, sumando más dudas sobre la veracidad del material.

El presidente López Obrador subrayó la importancia de esperar los resultados de la investigación de la FGR y confió en que se realice con total libertad y transparencia. El caso de Héctor Cuén ha desatado un torbellino de especulaciones y críticas hacia las autoridades locales, y la intervención de la FGR se ve ahora como un paso crucial para esclarecer los hechos y hacer justicia en uno de los casos más sensibles que ha sacudido al estado de Sinaloa en los últimos tiempos.