Miguel Ángel Yunes Linares, quien recientemente se incorporó al Senado de la República en sustitución de su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, denunció haber sido presionado por el dirigente del PAN, Marko Cortés, para que votara en contra de la reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. En conferencia de prensa, Yunes Linares rechazó las acusaciones de traición hacia su partido y reafirmó su independencia de criterio respecto al voto.

"Él (Marko Cortés) no va a determinar mi voluntad, yo soy libre. Soy un ciudadano que trabajando y luchando se ha ganado un lugar", declaró el legislador veracruzano, subrayando que su afiliación al PAN se debe a su respeto por la dignidad humana, con la libertad como uno de sus principios esenciales.

Yunes Linares calificó como "vergonzoso" el comportamiento de Marko Cortés, quien, según el senador, ha obligado a los miembros del PAN a pronunciarse en contra de la reforma judicial, aun cuando muchos no conocen a fondo el dictamen. "El voto es individual, es libre. En el Partido Acción Nacional ha habido coacción, amenazas y propuestas para expulsar a quienes no se alineen", acusó.

El legislador insistió en que no es un "traidor" por no coincidir con sus compañeros de bancada y aseguró que continuará siendo miembro del PAN, pero se reserva el derecho de votar de acuerdo con su criterio y no por imposiciones externas.

Durante su primera intervención en el Senado, Yunes Linares fue recibido con cordialidad por las bancadas de Morena, el Partido Verde, el PRI y Movimiento Ciudadano. "Así debe ser la política, no de agresión, sino de cordialidad, civilidad y altura de miras", señaló el legislador.

La postura de Yunes Linares en torno a la reforma judicial ha generado tensiones al interior del PAN, partido que se ha pronunciado mayoritariamente en contra de la iniciativa presidencial. No obstante, el senador veracruzano dejó claro que su voto será resultado de una reflexión independiente, ajena a las presiones de su partido o de sus dirigentes.

Este conflicto interno en el PAN añade un nuevo giro a la discusión sobre la reforma judicial, en un momento en que los votos de los legisladores se vuelven cruciales para definir el futuro de esta iniciativa.