El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desestimó las afirmaciones de que la Reforma Judicial que planea promulgar el próximo 15 de septiembre convertirá a México en una dictadura. Durante su conferencia matutina, calificó este tipo de declaraciones como "superficiales" y "ramplonas", señalando que carecen de base teórica y conceptual.

"Es muy ramplón, muy superficial, hablar de que con la reforma al Poder Judicial se constituye una dictadura en México, eso no es serio", expresó el mandatario desde Palacio Nacional. López Obrador criticó a los intelectuales que defienden esta idea, asegurando que tales opiniones no están fundamentadas. "Se supone son de los intelectuales que tenía el régimen de los más afamados, pero eso no tiene ningún fundamento teórico, conceptual, es un sofisma, una mentira. Diría Gabriel García Márquez ‘la vaina esa’", añadió.

El presidente también se refirió con ironía a las alarmas que, en su opinión, son exageradas: "¿De dónde lo sacan? Me da risa (…) Esto ya está escrito, para los jóvenes, sin ningún recato, que se iba a terminar la república en México y que después de 200 años se acabaría la república y México se convertiría en una monarquía", enfatizó.

López Obrador anunció que el 15 de septiembre publicará oficialmente la Reforma Judicial, que permitirá que a partir de 2025 los ciudadanos elijan a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) mediante voto popular. El presidente celebró que la reforma ya fue aprobada por más de la mitad de los congresos estatales, cumpliendo con uno de los requisitos para modificar la Constitución.

"Falta nada más la publicación, que eso corresponde al titular del Ejecutivo. Sería bueno pensar que se publique el 15 de septiembre, porque es una reforma importantísima, es reafirmar que en México hay una auténtica democracia, que el pueblo elige a sus representantes, que elige a sus servidores públicos de los tres poderes", aseguró.

La reforma ha generado preocupación en organismos internacionales como la ONU, Human Rights Watch y la Asociación Internacional de Abogados, así como en socios comerciales de México, como Estados Unidos. Estos organismos han alertado sobre la posible intromisión del Ejecutivo y de grupos de interés como el crimen organizado en las futuras elecciones de jueces. A pesar de las críticas, el presidente defiende que la reforma consolidará la democracia en el país.