El exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, Mark Carney, fue elegido este domingo como el nuevo líder del Partido Liberal de Canadá, en reemplazo del primer ministro Justin Trudeau. La votación, realizada de manera virtual entre los seguidores del partido, definió que Carney será quien encabece el gobierno en un momento clave para el país, marcado por las tensiones comerciales con Estados Unidos y la proximidad de las elecciones federales.

Carney obtuvo el 85.9% de los votos, superando ampliamente a la exviceprimera ministra y exministra de Finanzas, Chrystia Freeland, quien se quedó con solo el 8%. En su primer discurso como líder del Partido Liberal, aseguró que su gobierno pondrá en marcha un plan para fortalecer la economía y diversificar las relaciones comerciales con socios confiables, subrayando que Canadá no puede permitir que el presidente estadounidense, Donald Trump, “tenga éxito” en su intento de debilitar la soberanía económica del país.

Con una trayectoria consolidada en el sector financiero, Carney, de 59 años, es reconocido por su papel en la recuperación económica de Canadá tras la crisis financiera de 2008. Su liderazgo en el Banco de Inglaterra le valió reconocimiento internacional y un perfil técnico que podría ser clave en la actual coyuntura económica.

El cambio en el liderazgo liberal ocurre en medio de una creciente tensión con Estados Unidos, impulsada por los aranceles impuestos por Trump y su insistente discurso sobre convertir a Canadá en el estado número 51 de su país. Este clima ha generado un fuerte rechazo en la población canadiense, reflejado en boicots a productos estadounidenses y abucheos al himno de ese país en eventos deportivos.

Carney enfrentará un panorama político desafiante. Las elecciones generales están programadas para octubre, pero su gobierno minoritario en el Parlamento podría verse obligado a anticiparlas si la oposición impulsa una moción de censura. Los conservadores, el Nuevo Partido Democrático (NPD) y el Bloque Quebequés (BQ) ya han manifestado su intención de forzar la convocatoria a urnas.

Apenas asumido el liderazgo, Carney deberá decidir si convoca elecciones anticipadas o enfrenta la presión parlamentaria. Mientras tanto, la incertidumbre comercial y la respuesta del nuevo gobierno a la política arancelaria de Trump marcarán su arranque al frente de Canadá.