Disminuyen homicidios dolosos un 28.1%, pero violencia persiste en siete estados clave

La tendencia a la baja en los homicidios dolosos en México ha sido confirmada por el más reciente informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Marcela Figueroa, titular de la dependencia, reveló que, al corte de 2025, el promedio diario de víctimas se sitúa en 72.3, lo que representa una disminución del 28.1% respecto a las cifras registradas en 2018, al inicio de la actual administración.
Este descenso sostenido en la incidencia de homicidios dolosos marca un punto de inflexión en uno de los indicadores más sensibles en materia de seguridad pública. Figueroa subrayó que, pese a la reducción generalizada, la violencia letal mantiene una concentración significativa en ciertas regiones del país. En lo que va de abril, siete entidades federativas agrupan el 51.5% del total de homicidios, una distribución que revela patrones persistentes en territorios donde confluyen factores estructurales como la presencia de grupos criminales, disputas territoriales y debilidades institucionales.
Guanajuato encabeza nuevamente la lista con el 11.8% de los homicidios a nivel nacional, consolidándose como el epicentro de la violencia letal en México. Le siguen el Estado de México con 8.2%, Sinaloa con 6.9%, Jalisco con 6.5%, Guerrero con 6.1%, Michoacán con 6% y Baja California con 5.9%. Esta concentración territorial, ya advertida en reportes previos, refleja la complejidad de los retos en seguridad, donde, a pesar de las estrategias federales, persisten dinámicas locales que dificultan la erradicación de la violencia.
El informe presentado también sugiere que la tendencia descendente es el resultado de políticas de contención, coordinación interinstitucional y cambios en las metodologías de intervención. Sin embargo, expertos consultados advierten que, más allá de la cifra global, el desafío radica en atender las causas profundas que perpetúan la violencia en estos focos rojos, donde el tejido social y la gobernabilidad se ven constantemente amenazados.
Mientras las cifras oficiales muestran una mejora en el panorama nacional, la concentración geográfica de los homicidios recuerda que la pacificación del país no es homogénea ni definitiva. El descenso del 28.1% en los homicidios dolosos ofrece un respiro estadístico, pero también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de esta tendencia en un entorno donde la criminalidad se adapta y persiste en regiones estratégicas.