

Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa, se declarará culpable el próximo lunes 25 de agosto ante la corte federal en Brooklyn, Nueva York, en un acuerdo que podría incluir beneficios en la pena y su colaboración con las autoridades de Estados Unidos. La audiencia está programada para las 12:00 horas y estará encabezada por el juez Brian Cogan, el mismo que llevó el caso de Genaro García Luna.
Zambada enfrenta 21 cargos relacionados con narcotráfico, incluido el tráfico de fentanilo, y aunque inicialmente estaba sobre la mesa la posibilidad de una pena de muerte, los fiscales estadounidenses notificaron que no buscarán esa sanción, tras la autorización de la fiscal general Pamela Bondi. Este giro aceleró las negociaciones hacia un acuerdo de culpabilidad.
El proceso judicial comenzó tras su captura en julio de 2024 en un aeródromo cercano a El Paso, Texas, donde, según su testimonio, habría llegado en contra de su voluntad luego de ser secuestrado por Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Aunque primero fue procesado en Texas, en septiembre del mismo año fue trasladado a Nueva York, donde enfrenta los cargos más graves.
En la audiencia del lunes se conocerán los delitos específicos de los que se declarará culpable, así como las condiciones de su acuerdo con el Departamento de Justicia. Generalmente, estos pactos contemplan que el acusado proporcione información sobre su organización, socios criminales y recursos financieros, a cambio de que la fiscalía recomiende una sentencia menor.
Tras su declaración de culpabilidad, el juez fijará un plazo de hasta seis meses para dictar condena. Durante ese tiempo, Zambada permanecerá en la Cárcel Metropolitana de Brooklyn y podría estar obligado a cumplir compromisos de cooperación. Si bien el juez no está obligado a seguir la recomendación de los fiscales, ésta suele ser un elemento clave en la sentencia final.
Con este acuerdo, El Mayo, figura central del narcotráfico durante décadas, estaría dando un paso histórico al convertirse posiblemente en testigo colaborador de Estados Unidos contra la estructura criminal que ayudó a construir.